El Ayuntamiento de Montilla iniciará en los próximos días una ronda de contactos con diferentes colectivos vecinales al objeto de analizar el futuro uso de la calle Corredera, una vez hayan concluido las obras de reforma del último tramo.

El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, aseguró que el equipo de gobierno desea recoger en estos encuentros propuestas que permitan «consolidar y poner en valor el casco histórico de la ciudad», aunque siempre desde la premisa del carácter peatonal.

«Con la peatonalización no se inventa nada porque es un proceso que se ha llevado a cabo en muchos otros municipios», indicó el alcalde, quien defendió la necesidad de que «la ciudad mire al futuro». En ese sentido, el primer edil aseguró que las propuestas que se recojan de manos de comerciantes, vecinos y del resto de ciudadanos interesados en manifestar su opinión deben acogerse al «marcado carácter peatonal» que mantendrá la principal vía de Montilla.

La decisión del equipo de gobierno contrasta con la postura del PP, que defiende la «semipeatonalización» de la calle como «la mejor de las opciones», en palabras de la concejala Cristina Alguacil, quien manifestó la necesidad de «marcar un criterio viable que se adapte y dé cobertura a todas las demandas de la zona».

Sin embargo, el alcalde insistió en que «para dinamizar la zona centro de Montilla se debe favorecer un casco histórico diseñado para el ciudadano gracias a medidas como la peatonalización».