El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles ha alertado de la aparición de los primeros nidos de oruga peluda, un lepidóptero que ataca a cultivos como la vid y que, de no atajarse a tiempo, es capaz de causar «auténticos estragos» en las plantaciones.

La voz de alarma la daba el Aula de Viticultura a través del boletín que emite semanalmente la Agrupación para el Tratamiento Integrado en Agricultura (Atria), donde se confirma la aparición en varios viñedos de los primeros nidos de oruga peluda protegidos por telarañas.

«Las orugas errantes se alimentan de las yemas principales, lo que obliga a la planta a brotar una yema secundaria que ya no presenta racimos, por lo que la pérdida de cosecha está garantizada», explicó el técnico Juan Portero, responsable del Aula de Viticultura del Consejo Regulador.