Sin querer hacer gala de esa inmerecida erudición que graciosamente me atribuye algún preclaro opinante local, me gustaría aprovechar este primer apunte del año para opinar sobre algo que oiremos hasta la saciedad en este 2016 en el que se conmemora el cuarto centenario del fallecimiento del Inca Garcilaso, acaecido el 23 de abril de 1616.

Y es que en contra de lo que puedan escuchar de boca de nuestros políticos, Gómez Suárez de Figueroa no falleció el mismo día que Miguel de Cervantes --que partió hacia la Casa del Padre un día antes-- o que William Shakespeare --que lo haría el 3 de mayo--. Y es que los que mantienen que el genio inglés murió un 23 de abril omiten que esa fecha se refiere al calendario juliano, vigente por entonces en Inglaterra, cuando en España ya regía el calendario gregoriano. De nada.