Unificar bajo una misma estrategia turística el patrimonio cultural en torno al vino y la gastronomía de Andalucía y el sur de Portugal. Este es el principal objetivo del proyecto Experiencias Vitivinícolas en el Al-Ándalus (EVA), que se dio a conocer en el castillo de El Gran Capitán entre los agentes turísticos de la zona Montilla-Moriles y del sur del país vecino, a través de unas jornadas impulsadas por la Junta de Andalucía.

Representantes de la localidad onubense de La Palma del Condado y de las ciudades portuguesas de Lagoa -en el Algarve- y Reguengos de Monsaraz -en Alentejo- formaron parte de este primer encuentro con el que el Ayuntamiento de Montilla quiso dar un «paso en firme» para el desarrollo de esta estrategia.

El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, destacó la importancia de impulsar este «lobby turístico transfronterizo» para tratar de recabar el apoyo de la Unión Europea en el marco del programa Interreg España-Portugal, cuyo fallo se dará a conocer en enero.

«El proyecto cuenta con el apoyo de los gobiernos de cada localidad, así como de la Junta de Andalucía y del Estado portugués», resaltó el primer edil montillano, quien defendió la necesidad de «difundirlo» para que «cuente con el respaldo de la ciudadanía», teniendo presente el «beneficio» que reportaría al territorio.

Por su parte, el secretario general de Acción Exterior de la Junta, Ángel Luis Sánchez, defendió que la cooperación transfronteriza se ha convertido en una «prioridad» para el Gobierno andaluz, que viene trabajando desde hace más de una década con proyectos de cooperación con Portugal, aunque el programa EVA será el primero en el que se vincule el vino con el turismo. «Este proyecto es un ejemplo de buenas prácticas y demuestra que la cooperación es importante para el desarrollo de estrategias de futuro, por eso estamos promocionando todas las actuaciones que surgen para el desarrollo de esta región, que une al 21 por ciento de la Península Ibérica y donde se concentra el 16 por ciento de su población», apuntó Sánchez.