Lucena puso broche de oro a los actos principales de la Fiestas Aracelitanas con la procesión de la Patrona de la localidad y del Campo Andaluz, María Santísima de Araceli. Hacia las ocho de la tarde salía la imagen más venerada de la ciudad desde la iglesia de San Mateo a hombros de una excelente cuadrilla de santeros mandada por Francisco Contreras. Por la mañana se ofreció la solemne función religiosa, presidida por el obispo, Demetrio Fernández. Junto a la Coral Lucentina a esta Misa Solemne se sumó la Orquesta del Conservatorio Profesional de Música de Lucena, dirigidas por Víctor Nájera, interpretaron la Misa del Campo Andaluz, obra de Antonio Villa Alvarez de Sotomayor. Por la tarde salía la procesión que, como es tradicional, estaba acompañada por la Aracelitana Mayor, Araceli Muñoz Ruz y su corte de damas: Macarena Blázquez, Rosa Cantero, Paula Morales, Araceli Moreno, Vanesa Pino y Araceli Pozo. El cortejo oficial estaba presidido por el alcalde, Juan Pérez Guerrero, junto con numerosos miembros de la Corporación Municipal, así como otras autoridades, el hermano mayor de la Real Archicofradía, Rafael Ramírez Luna y su junta de gobierno, y también responsables de cofradías locales y de la cofradías aracelitanas filiales. En el recorrido procesional se reflejó la más que centenaria devoción de los lucentinos hacia su patrona y no faltaron las largas filas de devotos con velas acompañando la procesión.

Lucena vivió como cada año unos momentos indescriptibles , en los que se plasmó de nuevo un profundo fervor popular. Avanzaba la noche y la procesión se encaminaba hacia la Plaza Nueva, que lucía espléndida. Sobre las once y media de la noche se iniciaba una magnifica función de música y fuegos artificiales. Gracias a ello, Lucena disfrutó de una autentica apoteosis de fuego multicolor que se divisaba desde mucho kilómetros a la redonda.