Lucena despidió de forma multitudinaria a su patrona, María Santísima de Araceli, que lo es también del campo andaluz, cuya imagen fue trasladada en procesión al santuario serrano de Aras. La noche del sábado tuvo lugar la misa de despedida. A las siete y media de la mañana se ofreció la misa de romeros en la iglesia mayor de San Mateo, a cargo del vicario de la campiña, David Aguilera. Centenares de fieles acudieron a dicho acto, uno de los más emotivos del calendario aracelitano y que contó con la asistencia del alcalde, Juan Pérez, miembros de la corporación, responsables Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local, miembros de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, el hermano mayor, Antonio Crespillo, la aracelitana mayor, Araceli Pérez Aguilar y su corte de honor. Durante toda la jornada del sábado, los responsables de la Real Archicofradía estuvieron preparando el paso procesional de la Virgen, que lucía un espléndido vestido en tonos rosa. La cuadrilla de santeros bajaba el paso desde el altar mayor de San Mateo en torno a las ocho y cuarto de la mañana e instantes después el disparo de cohetes anunciaba la salida del templo y centenares de lucentinos, romeros y devotos, esperaban a María Santísima de Araceli para acompañarla en su romería, que contó con la participación de decenas de caballistas así como de numerosas personas a bordo de coches de caballos, remolques, camiones y toda clase de vehículos. La Virgen de Araceli lucía espléndida sobre su trono romero y su recorrido procesional estuvo acompañado por la Banda de Música de Lucena, dirigida por Miguel Angel Gómez. En la puerta de la Mina, como manda la tradición, la procesión fue despedida por autoridades y algunos lucentinos que por distintos motivos no pueden acompañarla hasta la cumbre de la sierra. Un día fresco acompañó especialmente a los santeros en el durísimo recorrido que supone esta procesión de subida. Como también es tradicional, numerosos jóvenes le hicieron más llevadero el empinado itinerario ayudándoles a llevar el paso en algunos tramos. Cercanas las trece horas, a hombros de su cuadrilla de santeros, la procesión llegaba a la explanada del santuario y posteriormente se celebraba en este bello templo serrano una misa de bienvenida.