La lluvia deslució la procesión de subida de la Virgen de Araceli al Real Santuario de Aras. Este año fue desde la nueva iglesia de San Pedro Mártir de Verona y las precipitaciones retrasaron la misma durante más de tres horas. La procesión salió en torno a las once de la mañana y una multitud esperaba a la patrona de la ciudad y del Campo Andaluz en el Llanete de la Capilla. A las siete de la mañana se iniciaba la solemne misa de despedida en la mencionada iglesia oficiada por el vicario de la Campiña, David Aguilera. En ella actuó el coro La Buena Gente y asistieron a la misma el alcalde, Juan Pérez, y miembros de la Corporación Municipal, así como el vicepresidente tercero de la Diputación, Manuel Gutiérrez, responsables de la Real Archicofradía, el hermano mayor de la Archicofradía de Jesús Nazareno, Gonzalo Beato Cantizani, la Aracelitana Mayor, Isabel Vigo Fernández de Villalta y su corte de damas: Araceli y Carmen González Muñoz , Carmen Osuna Cuenca y María Vigo Fernández de Villalta . La Virgen recorrió las calles de Lucena entre la devoción popular y fueron numerosas las personas que le arrojaron miles de pétalos de rosa desde los balcones. Se sucedieron los vivas a la Virgen por calles por las que tradicionalmente no pasa su procesión, acompañada por la Agrupación Musical de los Servitas. En la Puerta de la Mina tuvo lugar la emotiva despedida de la patrona por parte de las autoridades.

En los días previos se celebró la procesión de traslado de la imagen de María Santísima de Araceli desde la parroquia de San Mateo. La cuadrilla de santeros fue mandada por Antonio Maíllo y se detuvo ante la ermita de la Aurora, cuya imagen fue sacada a la calle, componiendo una estampa histórica junto a la Virgen de Araceli. La Hermandad de la Virgen de la Aurora celebra su 60 aniversario y los componentes de la cuadrilla de santeros eran miembros de la misma.