Hace más de seis años, el 13 de marzo del 2009, fue asesinado en Lucena el conocido empresario del sector del mármol Antonio Chacón Montilla, de 85 años de edad. Pese a las constantes investigaciones de la Policía, no se ha podido descubrir hasta ahora al autor o autores de un crimen que conmocionó profundamente a la sociedad local. Se trata, sin duda, del asesinato que más ha impactado en la ciudad, un caso que, al parecer, sigue sin tener visos de solucionarse y sobre el que, asimismo, se intenta localizar aún a personas presuntamente sospechosas.

La familia de la víctima piensa que el asesino no debe andar más tiempo suelto y cada vez queda más descartado el móvil del robo, dado que, al parecer, no se llevaron nada de la vivienda en la que se cometió el crimen, un piso del céntrico pasaje de Juan Palma García.

Antonio Chacón había logrado reunir a lo largo de su vida un considerable patrimonio, fruto de muchos años de esfuerzo y dedicación empresarial. Además de una importante firma del sector del mármol, una de las más importantes de su gremio en la comarca, contaba con varias viviendas de su propiedad, así como con cocheras, cuantiosas joyas y dinero en efectivo. Según trascendió en su día, tenía entablados varios pleitos con personas que le adeudaban desde hacía tiempo considerables cantidades de dinero.

Su cadáver apareció en su cama con la boca taponada con un calcetín y con múltiples signos de violencia, lo que desató entre los lucentinos una gran consternación e incertidumbre acerca de las trágicas circunstancias de la muerte de este anciano. Aunque pueda ser resultar increíble, pese a los cuatro años que han transcurrido desde que ocurrió este macabro suceso, aún se desconoce el móvil del crimen.

Antonio Chacón, pese a sus limitaciones de la vista, originadas por la diabetes, era una persona que salía con frecuencia de casa. Además, sus conocidos apuntan que solía participar en distintos juegos de azar en Lucena y, al parecer, también solía llevar encima bastantes cantidades de dinero en metálico. En Lucena se llegó comentar en un primer momento que por ello el robo quizás pudiera haber sido el móvil del suceso, si bien esto se descartaba asimismo por el hecho de que en la casa y en el dormitorio del fallecido no se apreció desorden que hiciera sospechar que quienes accedieron al lugar tenían como objetivo la sustracción de dinero u otros artículos de valor.