El número de piscinas particulares se ha multiplicado en los últimos años, lo mismo que el de las zonas verdes y ajardinas. Para tener la piscina en las mejores condiciones posibles y disfrutar del baño, se deben tener en cuenta algunos consejos, como, por ejemplo, hacer una revisión exhaustiva y un chequeo del estado al menos una vez al año. Hay que comprobar cómo está el revestimiento de la piscina, con el fin de eliminar las grietas o hendiduras que puedan encontrarse, lo cual evitará que el proceso de desgaste se acelere. Las grietas pueden ser rellenadas con cemento blanco o algún producto por el estilo. Si nunca realizamos una limpieza profunda de la piscina, estos pasos nos servirán como diagnóstico para poder conocer los problemas de la piscina a fondo y tomar las medidas acordes al problema. Por supuesto, lo mejor siempre es consultar con un experto.

LIMPIAR FONDOS

Lo más recomendable es limpiar el fondo de la piscina al menos dos veces por semana, utilizando los productos químicos recomendados por el fabricante y en las cantidades adecuadas. Pasadas 24 horas, y si el agua ya está clara, podremos utilizar la piscina. Además, deberíamos medir el ph del agua una vez por semana y asegurarnos que se ubica entre 7,2 y 7,6, lo cual evitará dos importantes problemas: la irritación de los ojos y el desaprovechamiento del cloro, pues si el ph está por encima o por debajo de estos valores, el cloro no surtirá efecto en el agua de la piscina. En caso de que los valores de ph no se encuentren comprendidos en esa franja, podemos utilizar productos incrementadores o reductores de ph. Cada vez que añadamos agua a la piscina, es necesario realizar este control, ya que es muy probable que los valores del ph varíen.

Clave es el cloro, cuya función es mantener el agua cristalina y en las condiciones sanitarias adecuadas, eliminando bacterias, hongos y demás microorganismos. En el caso del cloro, también es necesario controlar sus niveles al menos una vez por semana y deberían ubicarse entre 1 y 1,4 p.p.m. (partes por millón). Cuando haya llovido o la piscina haya sido utilizada por muchas personas, se aconseja duplicar la dosis normal de cloro. Hay que tener extremo cuidado con la ropa cuando se manipula cloro, ya que, en caso de manchar accidentalmente una de nuestras prendas, difícilmente luego podamos limpiarla y remover la mancha.

En cuanto a los problemas más comunes está la del agua verde y la proliferación de algas debido a tratamiento insuficiente y bajo nivel de cloro. Hay que regular el pH entre 7,2 y 7,6 con incrementador o reductor de pH y realizar un tratamiento de choque con producto clorado, cloro choque, con el equipo de filtración en marcha. A las 8 horas cepille las paredes y fondo, pasar la barredora para succionar las algas muertas y lavar las arenas del filtro con la válvula en posición de lavado. Hay que aumentar la dosis diaria de cloro y anti-algas, realizando tratamiento de choque semanalmente y mantener el nivel de cloro entre 0,6 partes por millón (p.p.m.).

Si el agua irrita los ojos y la piel y/o desprende un olor desagradable a cloro es por la existencia de clora minas (cloro combinado) y un nivel bajo de cloro libre. Hay que regular el pH entre 7,2 y 7,6 con incrementador o reductor de pH y aplicar cloro choque, manteniendo el nivel de cloro entre 0,6 y 1 p.p.m. en todo momento, pasar la barredora y filtrar durante un día completo.

A veces está el agua turbia, blanquecina y aparecen incrustaciones blancas o grises en las paredes y accesorios, debido a que el PH básico es superior a 8 y hay mala filtración. Hay que comprobar el estado del filtro, ajustar el pH entre 7,2 y 7,6 con reductor de pH, adicionar floculante y pasar la barredora, filtrar durante varias horas y lavar a contracorriente.

Si los accesorios se oxidan y/o aparecen manchas marrones es por un PH inferior a 7 y hay que ajustar el pH entre 7,2 y 7,6 con un incrementador de pH.

CLORO

Si el agua irrita los ojos y blanquea los tejidos y el cabello (no desprende mal olor) es por exceso de cloro libre con dosis superiores a las necesarias. Hay que comprobar el nivel de cloro bajo y disminuir la dosis diaria de cloro hasta alcanzar un nivel entre 0,6 y 1 partes por millón (p.p.m.). Si el agua aparece coloreada es por la existencia de sales de cobre azulverde, sales de hierrocremarrón y sales de manganesomarrón. Hay que regular el pH entre 7,2 y 7,6 con incrementador o reductor de pH, adicionar floculante, dejar flocular en el fondo, con el agua en reposo, recoger los flósculos con la barredora, vertiendo toda la suciedad por el desagüe y ajustar de nuevo el pH entre 7,2 y 7,6.

Cuando se forman manchas sobre las paredes y borde del agua es porque hay algas por insuficiente nivel de cloro libre en la superficie del agua afectada por la radiación solar. Es preciso cepillar con una solución clorada, algicida o limpiador de paredes y mantener un nivel de cloro libre más alto.

EL JARDIN

Naturalmente, también hay que tener en cuenta algunos consejos para cuidar el jardín, contando con una serie de herramientas básicas. La limpieza y el buen mantenimiento del suelo es básico para poder disfrutar de un jardín perfectamente acondicionado. Además, el jardín debe ser un espacio aireado, en el que las plantas puedan crecer sin problemas. La falta de ventilación puede provocar la aparición de hongos. Debemos dejar que nuestras plantas y arbustos tengan espacio entre ellas, ya que, de lo contrario, pueden producirse malformaciones en el crecimiento de las mismas y, también, hay más facilidad para que se propaguen enfermedades o plagas de una planta a otra. Es fundamental controlar las plagas de insectos y bacterias que atacan a las plantas. Hay infinidad de productos en el mercado, como repelentes o bactericidas, que pueden ayudarle a conseguirlo.

Abonar el jardín es un aspecto básico de la jardinería. Hay que tener en cuenta que debe hacerse en función de la demanda, es decir, si nuestro jardín tiene un elevado número de plantas con flores, requerirá mayor cantidad de abono y mayor frecuencia. También resulta muy importante saber que la época propicia para abonar es en los meses de primavera y verano.

MALAS HIERBAS Y RIEGO

Es fundamental quitar esas hierbas que crecen donde no deben. Asimismo, resulta clave regar el jardín y hacerlo con precaución, evitando el exceso de humedad, ya que puede provocar que las plantas se pudran. Asimismo es básico conocer y respetar los períodos concretos para plantar los diferentes tipos de plantas y arbustos. Existen diferentes épocas de floración y de cultivo. Se debe saber que cada planta o árbol tiene un momento concreto para ser podado. Por supuesto, hay que combinar las plantas para que el jardín gane en belleza. Geranios con petunias y margaritas con tulipanes son algunas de las combinaciones que darán un aspecto genial a las macetas.