--Los resultados de Izquierda Unida en las elecciones generales han sido desastrosos. ¿A qué lo atribuye?

--Es verdad que han sido unos pésimos resultados. Pero en cuanto al número de diputados que ha logrado IU (2), tengo que decir que no es justo que una fuerza política con 300.000 votos tenga 6 parlamentarios y otra con cerca de millón de sufragios, como ha sido el caso de IU, solo sume dos diputados. También ha influido el voto útil. Muchas personas de la izquierda que votan a IU han optado por el PSOE ante el temor de que las elecciones las ganara el PP.

--¿Solo a esas dos circunstancias atribuye el mal resultado?

--También la organización ha sido la principal responsable de los malos resultados. Izquierda Unida es la que ha fracasado colectivamente a la hora de presentarse a las elecciones. Llevamos demasiados años en una permanente confrontación interna, en una crisis permanente y sin relacionarnos con la ciudadanía. Esta crisis, además, ha provocado la pérdida de ilusión de muchas personas, que se han quedado en su casa a la hora de votar. IU se ha debilitado, está en una crisis crónica.

--¿Qué hace Rosa Aguilar en una organización de la que dice que se avergüenza por darle el apoyo a ANV en, por ejemplo, Mondragón, en donde recientemente ETA asesinó a un ex concejal del PSOE?

--Yo formo parte de la pluralidad de IU y desde ahí ejerzo la libertad desde mi coherencia política. IU tiene históricamente una posición frente al terrorismo, en donde no valen estrategias de ninguna federación ni coyunturas políticas. Vale una posición.

--¿Por qué no quiere ser coordinadora general de IU?

--Porque la solución que necesita IU no tiene nombre ni apellido, es colectiva.

--Pero alguien debe y tiene que estar la frente de la organización

--Esa será la resultante. Primero hay que aclarar el proyecto. IU tiene actualmente un reto y un desafío, que es decidir el proyecto que queremos, planteárselo a los ciudadanos y convocarlos para ilusionarlos de nuevo. Pero si a esta tarea no respondemos...

--¿Se va de IU?

--No. De lo que se trata es de que si no respondemos a ese reto, es que IU se ha muerto. Yo no me voy a esconder en absoluto y voy a actuar con absoluta libertad. Soy una persona tremendamente leal con mis palabras y con mis silencios, pero también tengo mi libertad, y esa libertad no la voy a perder en el camino. Estoy dispuesta a luchar hasta el final para que haya un proyecto de la izquierda transformadora, innovador, con perspectivas y con posiciones claras ante la sociedad y para que se acabe de una vez por todas la crisis en IU, Aquí no caben ya ni componendas, ni pactos que no llevan a ninguna parte.

--¿Qué papel va a jugar en esa refundación de IU que usted propone?

--Lo que no voy a hacer con mis manifestaciones es anticiparme a ninguno de los momentos que tenemos que vivir plenamente. Ahora toca el debate político y desde ese debate quiero saber las conclusiones a las que llegue IU democráticamente. Quiero saber si IU es capaz de contemplar toda la pluralidad en su extensión política y construir un proyecto sólido, claro y transparente. Ahora quiero ser, como siempre he sido, tremendamente responsable y defender lo que pienso y lo que siento.

--Responsable y resbaladiza. Se va por las ramas.

--Para nada. Estoy siendo muy clara en mis manifestaciones. Quiero hablar sobre lo concreto, sobre lo que ya se ve y cuando lleguemos al final del proceso y extraiga mis conclusiones diré lo que voy a hacer.

--Usted quiere que el PCE se aclare, y yo le pido que me aclare algunas cosas. ¿Sigue afiliada al PCE? ¿Paga las cuotas?

--Hace tiempo que no pago las cuotas del PCE. A mi compañera Concha Caballero le han dado de baja en el partido por no pagarlas y no sé qué suerte correré yo después de que se conozca esto.

--¿Cuánto tiempo le queda dentro de IU?

--No tengo plazo de caducidad. El día que termine la asamblea federal le contestaré a lo que me está preguntando.

--¿Y cuánto tiempo cree que le queda a IU?

--El que nosotros queramos. Solo depende de nosotros, de cómo lo hagamos y de qué proyecto seamos capaces de configurar. IU puede estar en la última etapa de su vida o puede ser un enfermo que salga a calle con la alegría de estar curado. IU debe ampliar su horizonte, construir un proyecto novedoso y moderno de la izquierda transformadora en el tiempo actual. Y cuando digo nosotros, digo todos, no excluyo a nadie. En este proceso voy a ser valiente, no me voy a callar, porque creo que es la última oportunidad. A mí me duele lo que está pasando en IU porque yo participé en su fundación. He dejado muchos años de mi vida en su nombre. Me duele ver que un proyecto que nació para convocar a la ciudadanía lo quieran ventilar entre unos pocos y dejar de convidados de piedra a los ciudadanos. Quiero recuperar eso: la convocatoria a la sociedad, a los que sienten una izquierda transformadora con sentido común y que hace propuestas mirando al futuro. Actualmente, IU es un proyecto cerrado, hermético, que mira al pasado. Es un proyecto, en suma, excluyente.

--Me da la sensación por sus manifestaciones de ahora y de hace días de que dejará el proyecto de IU si no se produce esa refundación de la que habla, si la asamblea federal para renovar la dirección se convocara contra una persona, Gaspar Llamazares, y no para definir el nuevo proyecto. ¿Es así?

--No voy a decir nada sobre eso porque ahora mismo sería engañar. Lo que no voy a estar dispuesta es a estar en una asamblea en la que el objetivo último sea triturar a una persona y sentenciarla como la única culpable de todos los males de IU. No lo voy a tolerar. Esa persona tiene la máxima responsabilidad porque es el máximo responsable de IU, pero no la exclusividad de la responsabilidad.

--¿A quién votó en las elecciones del 9 de marzo?

--No tengo por qué decirlo, aunque haya gente que lo esté dudando. Sí hay una cosa que no me importa decir, aunque algunos se van a enfadar. Para el Senado he votado a Maribel Flores (candidata por el PSOE de Córdoba) porque es una persona en la que confío.

--Se habla continuamente de que desde el Gobierno de Zapatero se le puede ofrecer un puesto de relevancia institucional. ¿Le han hecho en este sentido alguna oferta formal o informal?

--(Sonríe) Sí es verdad que se está hablando de estos temas de manera cotidiana y habitual. En todas las campañas electorales se habla de que Rosa Aguilar se va de Córdoba y de que me muero. Esto son los chismes que se ponen en circulación no sé para qué. El día que me hagan una propuesta formal, Rosa Aguilar la meditará, conversará con quien tenga que conversar y decidirá. Ahora mismo no tengo nada que ocultar.

--¿Pero le han tocado o se está dejando querer?

--A mí me gusta mucho que la gente me quiera, pero me toca quien yo quiero. Mi compromiso claro y concreto es con Córdoba.

--¿Hasta el 2011?

--Tengo un compromiso de cuatro años con Córdoba. Si en cualquier momento, alguna cuestión pudiera alterar ese compromiso, sería la primera en dar una explicación clara y veraz a la sociedad. En este momento no hay nada más.

--Le pregunto todo esto porque creo que es el momento de hablar claro a la ciudad, que está inmersa en rumores sobre su futuro político.

--La gente me conoce y sabe que si en algún momento hubiese una situación que variara una milésima mi compromiso con la ciudad ellos serían los primeros en saberlo.