No podemos esperar ni un minuto más sin hacer nada por evitarlo. Los parados, los jóvenes emigrantes, las familias sin ningún ingreso o con empleos precarios, no pueden esperar cuarenta años, para ver si consiguen tener un empleo en su tierra. No contamos con el mimo del Estado, relegados a una falta endémica de inversiones, pero hay una cosa con la que sí contamos los andaluces, y es con el cariño que le tenemos a nuestra tierra, y que trabajando unidos podemos conseguir lo que queramos. Es incomprensible, que en una comunidad con cerca del 30% de paro, más del 99% de los productos que compramos estén fabricados fuera de Andalucía, no es lógico, cuando muchas veces tenemos productos andaluces, que son incluso de más calidad a mejor precio. Los andaluces tenemos que tener siempre una cosa muy clara, cuando compramos productos andaluces estamos creando empleo y riqueza en la región, mientras que cuando compramos productos fabricados fuera de Andalucía estamos creando paro y miseria en nuestra tierra, obligando a nuestros jóvenes a emigrar.