De nuevo la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo vuelve a denunciar la indecencia e injusticia laborales, responsables de los accidentes y muertes en nuestros lugares de trabajo. En España durante 2017 se han producido más de 730.000 accidentes, lo que supone un incremento del 5%. De ellos, han fallecido 618 trabajadoras y trabajadores, y eso que no se contabilizan los que mueren después de los primeros días. Los sectores con mayor incidencia de accidentes mortales fueron la construcción y la industria. En Andalucía también han aumentado los accidentes con resultado de muerte (113 fallecidos), 29 estaban en su primer mes de trabajo (de ellos, el 93% tenían contrato temporal) y siete en el primer día. En Córdoba y provincia, se produjeron 8.000 accidentes laborales, lo que supone una subida del 3,6% con respecto al año anterior. Doce personas han perdido la vida en accidente laboral en los últimos doce meses. Según fuentes sindicales, habría que sumar otras cuatro muertes que no se reflejan en los registros oficiales.

La HOAC, Iglesia encarnada en el mundo obrero, vuelve a poner de manifiesto las causas de este aumento:

La última Reforma laboral y el conjunto de medidas aplicadas para salir de la crisis responden a una apuesta que pasa por la desarticulación de la negociación colectiva y de los mecanismos de representación de los trabajadores y las trabajadoras y por la extensión de un modelo de relaciones laborales definido por la precariedad: enorme rotación, turnos sin control, altísima temporalidad y parcialidad, falta de conciliación.

La ausencia de inversión en prevención, en formación y en sensibilización, así como el incremento de los beneficios empresariales, son responsables de la pérdida de salud y de vidas de trabajadoras y trabajadores.

Por eso coincidimos plenamente con el Papa Francisco, cuando dice que: «... Trabajando nos volvemos más personas. Nuestra humanidad florece, los jóvenes se vuelven adultos trabajando. Sobre la tierra hay pocas alegrías más grandes que aquellas que se experimentan trabajando, al igual que se experimentan pocos dolores más grandes que aquellos dolores del trabajo cuando el trabajo explota, aplasta, humilla y mata...» (a los trabajadores de la siderurgia. Génova mayo 2017).