No es del todo comprensible que la prensa siempre se haga eco de los sucesos más exagerados o al menos más graves, y oculte en parte la vida cotidiana de la gente de la calle. Es verdad que a veces se entrevista a personas que hacen un trabajo, etcétera. Pero se echa de menos un periodismo basado en lo genuino y en lo local, dejando muchas veces a un lado el sesgo de la política, y debiera de ahondarse más en la cultura, y en las tradiciones. Quienes mueven el mundo, la sociedad, son ese gran número de personas anónimas que día a día con su esfuerzo callado, constante y sostenido hacen que el sistema funcione. Por ello no estaría de más que introduzcan un apartado diario dedicado a la vida cotidiana de dichas personas, como un elemento más de acercamiento a la realidad de la vida normalizada, y no siempre a hechos negativos, o poco agradables.