Viniste Lourdes querida/
de bellas tierras lejanas,/
como los Magos de Oriente./
Pero tu epifanía/
es perenne, para siempre.
En la vida que te espera/
no todo serán alegrías/
ni tampoco serán penas.
No olvides Lourdes querida/
los valores que hoy imperan:/
ni la belleza es eterna/
ni lo es la juventud/
tampoco la inteligencia.
Hay otros que no caducan,/
hacer el bien por doquier,/
amar a tus semejantes,/
querer aunque no te quieran./
Honestidad en el trabajo./
Ayudar en lo que puedas.
Estos sí que son valores./
Que te harán que seas feliz. /
Y tu abuelo te desea.