Sabemos que la justicia es aplicar lo que el ordenamiento jurídico vigente nos indica para cada momento. Pero ser justo es muchas veces insuficiente, es necesario aplicar un plus de caridad a nuestra conducta en la vida para hacer ésta más agradable a todos.

Este preámbulo viene a cuento con un anuncio televisivo que me parece muy simpático. Lo de menos es la marca del producto que se anuncia, lo que me llama la atención es el diálogo entre un padre y su hija de unos doce años mientras el primero va conduciendo por las calles de una ciudad. Cuando el coche llega a un cruce y otro vehículo le cede el paso por tener preferencia, el padre le saluda con la mano en señal de agradecimiento, pero su hija se lo reprocha por innecesario invocando su derecho de paso. El padre contesta que es bueno para la convivencia. A continuación el coche donde circulan nuestros protagonistas tiene que detenerse en un paso de peatones para que estos puedan cruzar. Rápidamente la niña le dice a su padre: «¿ves?, ninguno te lo agradece porque era tu obligación parar», pero mira por donde se equivoca porque el último de los peatones dirigiéndose al coche levanta su brazo en señal de agradecimiento.

Corolario: aunque pienso que los lectores me han entendido, lo justo aquí, en el anuncio, es que el coche se detenga cuando el Código de Circulación así lo indica, pero no está de más que añadamos ese «plus de caridad» que mencionaba, es decir, agradecer todo lo que recibamos por mucho derecho que a ello tengamos y así pondremos nuestro granito de arena en un mundo más bello.