Me llamo Manuel Navarro Yamuza, y mediante este escrito quiero denunciar una injusticia que se está cometiendo en la Residencia de la Tercera Edad Santa Magdalena (Fuente Palmera), que seguramente no es la primera que se comete en el mismo sentido.

El hecho que quiero denunciar es el traslado de un anciano que se encontraba internado en dicha residencia, a otra situada en el Valle de los Pedroches. Este anciano tiene 86 años, es nacido en Fuente Palmera, tiene aquí toda su familia y ha vivido toda su vida aquí, y ha sido trasladado a un lugar donde no conoce a nadie, y va a ser muy difícil que reciba ninguna visita.

Me pregunto quién toma estas decisiones que afectan de manera tan negativa a una persona: ¿será la Junta de Andalucía quien lo hace?, ¿será la fundación o empresa privada que gestiona la residencia?, ¿serán los servicios sociales? ¿Es que la ayuda económica que necesita este anciano para poder estar en una residencia de la tercera edad no se le puede prestar aquí?

Quiero recordar que la finca donde actualmente se ubica la residencia Santa Magdalena fue donada por la entonces Caja Provincial de Ahorros de Córdoba, como obra social de esta entidad bancaria, y es seguro que esta donación se realizó con ciertas condiciones que debería cumplir el receptor de dicha obra social, es decir, el Ayuntamiento de Fuente Palmera. Entre ellas, que los habitantes de Fuente Palmera tendrían preferencia, que no exclusividad, para ocupar plaza en la residencia. Supongo que cuando se adjudicó la gestión de la residencia a la fundación que resultó adjudicataria del servicio, se firmó un pliego de condiciones, ¿se comprueba por parte del Ayuntamiento su cumplimiento?

Entiendo que son muchas preguntas las que hago, pero creo que los vecinos de Fuente Palmera merecen estar informados de lo que ocurre en su residencia.

No tiene ningún sentido trasladar a un anciano desde el pueblo donde nació, se crio, se hizo viejo, y donde tiene a toda su familia, a otro lugar desconocido para él.