Valladar de la ciudad, crítica del transeúnte y peligro para el viandante. Niños, abuelos y demás personal se la juegan a menudo cuando los ciclistas campan a sus anchas por la vía ordinaria: las calles. No estoy en contra de la bicicleta. Al contrario, pero ante una ubicuidad estrecha: bájate, apéate.

Ante la proximidad de un negocio público, portal de vecinos, extrema precaución.

Existe un carril bici: úsalo; zonas anchas: úsalas, Pero ante la proximidad de personas, y aún más ante el peligro de un accidente a un niño, o también la idoneidad de provocar un accidente en un lugar de trabajo o negocio. Y ahora, ¿qué? La ignorancia no te exime de la responsabilidad. Usa la bicicleta pero extrema precaución con zonas delimitadas con la ciudadanía. Si tienes que acompañar caminando con tu bici, no pasada nada.

Precaución ante el riesgo. Detrás de un balón siempre va un niño. Si existe un bastón o una silla de ruedas, cuidado, una persona mayor o una persona discapacitada. Si ves una pizarra en medio de la calle, un estand ofreciendo productos o una terraza... Aminora o bájate del vehículo de dos ruedas con tracción humana. No provoques un accidente y... ¿Ahora qué? Prevenir antes que curar. Ahí quedó.