Hoy que está en boca de todos el tema migratorio y sobre el cual las diversas tiendas políticas se llenan la boca con elocuentes diatribas en favor y en contra de estas corrientes que están llegando de manera desordenada, principalmente del África y Medio Oriente y pierden de vista, directa o indirectamente que esa situación terminara afectando a los ciudadanos locales, haciendo que el mantenimiento y la seguridad de las ciudades sea más precaria, los servicios de salud más limitados y las posibilidades de trabajo, menos rentables, tal como sucede actualmente en Italia; ¿será posible encontrar el justo medio, como lo hace Canadá?

Ahora bien: ¿y qué pasa con los migrantes europeos que vienen de toda Europa, a labrarse un porvenir a base de su propio esfuerzo, sus ahorros y sus capacidades profesionales? ¿Es posible promover una mayor incorporación de ellos en los sistemas de jubilación, salud y otros, promoviendo que aporten lo que los autónomos o figuras similares, pensando en su bienestar?

Sera posible que una persona, una vez que se haga residente legal no se le entregue un documento de identidad tan vergonzante, que lo rechazan por no tener una foto y tan discriminador cuando te obliga adicionalmente a portar un pasaporte o el DNI de origen ¿no se podría cambiar? (El lector adjunta imágenes ilustrativas). Tanto problema genera a las autoridades españolas que el documento de un residente cuyo origen es el europeo, fuese similar al DNI de los ciudadanos españoles con las atingencias o inclusiones correspondientes, ¡esta no es una forma de discriminación! Así como los políticos racionales piensan que antes de cualquier corriente migratoria desordenada, primero se debe proteger al ciudadano español, no es el caso que también se deba proteger a los ciudadanos europeos residente en España.