Ante las noticias aparecidas recientemente sobre la construcción de un nuevo tanatorio por parte de la empresa municipal Cecosam, el Comité de Empresa de la empresa Tanatorios de Córdoba SA manifiesta denunciamos públicamente la indefensión a la que se va a someter a los trabajadores de dicha empresa, poniendo en peligro la actividad generadora de empleo de una empresa privada de la ciudad y de la provincia.

Con la construcción de un tanatorio en las instalaciones del cementerio de San Rafael, la empresa pública Cecosam, utilizando su posición privilegiada de disponer gratis de suelo municipal (que es de todos los cordobeses) adquiere una ventaja competitiva frente a la empresa privada que dejará sin trabajo al 60% de una plantilla de 80 personas, además del centenar de puestos indirectos.

Según se refleja en el Plan Económico-Financiero de Cementerios y Servicios Funerarios Municipales de Córdoba SA (Cecosam), con esta inversión tiene previsto contratar 1.800 salas además de 912 cremaciones. Esta captación de mercado dejará fuera de juego al tradicional sector funerario privado, que tendrá que reestructurar su plantilla y adaptarse a la nueva realidad.

Nos parece lamentable que un Ayuntamiento permita que en suelo público y urbano, contraviniendo normativa urbanística y de Defensa de Competencia, la empresa Cecosam con la construcción de este tanatorio se cargue de un plumazo el trabajo que durante tantos años hemos prestado como trabajadores a la ciudad de Córdoba y se involucre en meta una construcción de dudosa rentabilidad que lo único que puede conllevar más deuda y por tanto más impuestos para los ciudadanos.

Entendemos que la empresa pública debe de estar al servicio de los ciudadanos, para ello ya dispone de un tanatorio y crematorio municipal, no para hacer competencia a la empresa privada, y si lo hace, al menos debe de utilizar las mismas armas sin valerse de privilegios y siguiendo los procedimientos legales aplicables.

Es el primer Ayuntamiento que ante un exceso de oferta (27 salas para velatorios frente a una ocupación media diaria que no llega a 9 salas), invierte en un nuevo edificio tanatorio con 7 salas más. ¿No existen otras necesidades con más prioridad en nuestra ciudad?

Una reflexión: ¿Acaso vale menos el empleo privado que el público?