Desde hace milenios la humanidad se sirve de la naturaleza para alimentarse, vestirse y elaborar medicamentos. Hoy, con el maltrato que infligimos a nuestro entorno, dilapidamos este patrimonio natural a un ritmo tan frenético --según la ONU 150 especies se extinguen cada día-- que ponemos en peligro nuestro propio devenir. Y, aunque con ayuda tecnológica fuéramos capaces de sobrevivir cuando el ecocidio aniquile la biodiversidad... ¿merece la pena vivir en un mundo monótono por haber satisfecho nuestro egoísmo consumista?