Como trabajadora en activo, me gustaría decirle a este Gobierno que arriesga el futuro de nuestras pensiones y hasta ha tenido que pedir un préstamo para pagar la «extra» de junio, que las pensiones no solo son un derecho, sino un contrato del Estado con los ciudadanos. Mes tras mes, año tras año, se nos detraen de nuestros sueldos cantidades para la Seguridad Social que deben revertir cuando nos jubilemos. Lo contrario sería un robo.