Conste que hablo con ánimo constructivo, sin acritud y sin ánimo de ofender; pero como ciudadano, manifiesto mi cansancio de oír al presidente de CECO siempre pidiendo y exigiendo a los demás, aparte de salir en todas las fotos. Ahora pide un plan para el Aeropuerto, antes para el Palacio de Congresos, antes para que la Administración pública invierta, etc. Mal acostumbrados los tenía la «comunista» Rosa Aguilar y tuvo que venir la derechona a poner orden. El mundo al revés. Todos los empresarios del mundo tienen empresas, arriesgan, invierten, crean empleo y riqueza, etcétera. Es decir, son los motores de la economía y el desarrollo. Pero claro, en Córdoba, casi nada es lo que parece, y casi nada parece lo que es. ¡Más de lo mismo!

Rafael Bueno

Córdoba