Alguien dijo que el cambio climático debiera de estar entre las primeras prioridades de los programas políticos. Algo muy lejos de la realidad. Lo cierto es, avalado por cientos de estudios científicos, que la humanidad se enfrenta a la mayor catástrofe ambiental de la historia y en un futuro muy próximo, el cambio climático transformará nuestras vidas. España, uno de los países que por su situación más le afectará, es el país más árido de Europa. En los últimos decenios su temperatura ha aumentado 1,5ºC, tres veces la subida global. Según la ONU, un tercio de su superficie sufre ya una elevada e irreversible tasa de desertificación y ha entrado en una clara africanización del clima peninsular. Entre otros efectos, el cambio climático está provocando una disminución del 20% de las precipitaciones y un aumento en la frecuencia e intensidad de los vientos y de los incendios naturales. Sus consecuencias harán cambiar nuestras costumbres y las de la gente del campo. La agricultura sufrió un descenso del 30% en su producción en la ola de calor del 2003, que también causó 20.000 víctimas, especialmente personas mayores. El precio y la calidad de los alimentos variará y provocará un cambio en el comportamiento de los animales y en la época de floración de las plantas. Afectará la visión de nuestros paisajes - antes verdes, ahora áridos-, la sequía de los cauces de los ríos, de los lagos y sus ecosistemas antes llenos de vida; cambiará la visión del cielo y la tipología de las nubes. Desaparecerán los glaciares de las cumbres, hasta hace poco nevadas. Según los científicos se prevé la extinción total de los glaciares españoles en un período muy breve de tiempo. En resumen, la acción del cambio climático en el desequilibrio del ritmo de las estaciones, provocará gran desconcierto… Y aquel viejo refranero popular que advertía de las particularidades meteorológicas de los meses del año «Año de nieves año de bienes», «En abril aguas mil», «Hasta el 40 de mayo…» también perderá su sentido. ¿Llegamos tarde? ¿Hemos pasado el punto de no retorno? Según palabras del José M. López de Uralde, expresidente de Greenpeace, el cambio climático ya no es solo tema de ecologistas, debe de estar muy presente en nuestras acciones diarias. Ya no hay excusas.