En los últimos años las categorías del fútbol base cordobés han experimentado un crecimiento vertiginoso tanto a nivel de equipos como de clubs. Un incremento que refleja la alta competividad y el nivel futbolístico que vive nuestra provincia. Aunque el elevado número de equipos y jugadores con los que cuentan, en su mayoría, los clubs cordobeses contrasta con el número de instalaciones que dispone la ciudad y sobre todo, su disponibilidad.

Es el caso de la IDM El Naranjo. Esta temporada acoge en sus instalaciones a equipos de hasta cinco clubs diferentes: el Palomera-Cultural El Naranjo, El Naranjo, los dos conjuntos cadetes y tres infantiles del Ciudad de Córdoba Gaspar Gálvez, los equipos de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y el Calasancio.

Unas instalaciones que requieren de unas mejoras que debían haberse licitado, como apuntan desde El Naranjo, pero que aún no se le ha dado solución. «Nosotros entrenamos los lunes y los miércoles y debemos hacer milagros para que los niños puedan entrenar durante una hora y no solo eso; sino que nuestro equipo de Segunda Nacional femenina solamente puede utilizar la mitad del campo para entrenar», señala Francisco Avilés, presidente de El Naranjo, quien también apunta que «hacen falta numerosas mejoras dentro del campo como asientos en los banquillos, arreglar las gradas, los vestuarios, también tenemos redes rotas, entre otras muchas cosas». Por ello, «cada vez nos vemos más desbordados pues tenemos en un campo casi 40 equipos y algunos de ellos deben calentar fuera del campo porque lo están ocupando otros equipos». Un problema que puede conllevar la pérdida de nivel de los equipos, pues el hecho de que entrenen en mitad de campo repercute en su cansancio físico a medida que avanzan los minutos, sobre todo para aquellos equipos que juegan en fútbol 11. Avilés sentencia que «hay instalaciones en las que reside un solo club».

Otro de los clubs que tiene problemas a la hora de confeccionar los horarios de entrenamientos es el Palomera-Cultural El Naranjo, que cuenta con diez conjuntos esta campaña. «Los clubs que trabajamos actualmente allí lo hacemos en un buen ambiente y cuando alguien nos piden alguna hora más se la damos y viceversa», apunta su presidente Juan Antonio Carrasco. El máximo responsable de este club fundado en torno al 2010 señala también que «poco a poco se nos han recortado los horarios y cada vez disponemos de menos tiempo pues las tardes de los viernes ya solamente se dejan para la disputa de partidos».

Aunque para Carrasco una posible solución es que «ambos clubs nos fusionemos pues se trata de que nuestro barrio esté representado por un solo club y saquemos equipos, con criterio, pues se pretende que jueguen todos los niños».

Por otro lado, uno de los clubs que más ha crecido en los últimos años ha sido el Gaspar Gálvez, que actualmente cuenta con un total de 17 equipos. De hecho, las instalaciones en las que entrenan en el colegio El Carmen ya no puede abarcar más equipos y sus equipos de fútbol 11, dos cadetes y tres infantiles, deben entrenar en la IDM El Naranjo. «En El Carmen solo hay dos campos de fútbol 7 y llevamos dos temporadas que los de fútbol 11 deben entrenar en otras instalaciones: el año pasado lo hicimos en El Higuerón y este año en El Naranjo», asegura su presidente Ricardo Pozo.

Es una situación complicada para este club, ya que «estamos utilizando tres instalaciones y tenemos a todos nuestros equipos repartidos; por eso lo ideal es que estemos todos en una única instalación aunque tenemos también el inconveniente de que debemos hallar unas instalaciones que estén lo más cerca posible de nuestra zona de influencia, sobre todo para los niños y sus padres».

La IDM El Naranjo no es la única instalación deportiva con problemas de este calado. Una situación que busca una solución por el bien del fútbol cordobés y se requieren medidas urgentes.