En 1967, tras la inundación que sufrió Córdoba por el desbordamiento del arroyo Cantarranas, muchas personas se quedaron sin vivienda y, entre otras zonas, la de Las Palmeras se aprovisionó de casas portátiles. En ese ambiente, Cristóbal Merino y Francisco Torrecillas decidieron crear la Unión Deportiva Las Palmeras.

Tras medio siglo, el club se encuentra ahora presidido por Germán Llamas, que junto con otros 14 directivos comandan una entidad diferente por la gran labor social que realizan por el barrio. En una zona con casi un 90% del barrio, «nosotros intentamos a través del deporte inculcarle a todos los niños unos valores de respeto y compañerismo, además de unos hábitos de vida saludables», insiste Llamas.

Es una zona humilde, por lo que a diferencia de otros clubs, «no podemos cobrarle a un padre por ver a su hijo», señala el vicepresidente, Óscar Sierra.

Para esta temporada, la UD Las Palmeras cuenta con unos 200 niños bajo su cargo. Pero no todo han sido buenos momentos, ni mucho menos. En el 2016, cuando la entidad estaba a punto de dejar de existir, la Fundación Cajasol rescató a este club clásico en el trabajo con la cantera cordobesa. Ahora vive un nuevo punto de partida para este club que está recogiendo la recompensa a tanto esfuerzo, pues son varios los niños de otras zonas de Córdoba que quieren jugar allí. También el Ciudad Jardín y Los Califas están utilizando sus instalaciones durante el cambio de césped del campo municipal de Poniente. Se respiran tiempos tranquilos pero de mucho trabajo para este club.