El deporte base cordobés proporciona con cierta regularidad momentos llamativos, en los que la deportividad predomina sobre todo lo demás. La pasada campaña llamó la atención que, en unas semifinales de un campeonato andaluz de fútbol sala, se dejara un equipo meter un gol al ver que había marcado un tanto con un jugador del equipo contrario en el suelo lesionado. Son instantes que recuerdan que el deporte para los más pequeños tiene que ser limpio para todos.

Hace unos días tuvo lugar un momento para recordar durante la disputa del partido Escuela AFE-Sur Atletismo de la cuarta andaluza prebenjamín grupo 1 en Margaritas. Durante la segunda parte, el entrenador del conjunto de la AFE, José María García, recuerda que «íbamos ganando. De pronto, en una jugada demasiado clara para no hacer nada, uno de mis niños tiró a puerta y el balón le dio en el pecho a un rival. El árbitro señaló penalti y hasta los entrenadores del rival me miraron. Automáticamente les dije que no se preocuparan. Llamé al jugador que iba a lanzar el penalti, Alejandro, y le dije que tirara el balón al portero para que sacara de portería y siguiéramos jugando nuestro partido como si no hubiera pasado nada». Al final pasó lo que mandó el entrenador de la AFE y el encuentro continuó como si ese penalti no hubiera existido.

El equipo de la AFE, que ocupa la segunda plaza de la tabla, terminó venciendo este choque por un claro 8-1.

Este conjunto prebenjamín es el primero que la escuela de la AFE en Córdoba ha metido en una competición federada, pues en las dos primeras campañas de existencia solo disputaron patidos y torneos amistosos. El técnico de este equipo señala que «la decisión que tomé con ese penalti forma parte de los valores que queremos enseñar en nuestra escuela. Queremos mandarles señales positivas a los niños a través del deporte para que las recuerden en el futuro. Durante el año tenemos charlas con regularidad y hasta ratos de lectura. Queremos que nuestros jugadores den siempre la mano a los contrarios. Es la idea que tenemos sobre lo que debe ser el deporte», concluye.