Los grandes éxitos en el deporte son consecuencia, en la mayoría de los casos, del trabajo desempeñado por diversas por muchas personas. En el caso del fútbol, entrenadores y directivos de los clubes dedican muchas horas a que los jóvenes no solo practiquen este deporte, sino que también adquieran hábitos saludables y valores fundamentales como la solidaridad o el compañerismo a través del deporte.

Con esta pretensión trabajan tanto el Pozoalbense como el Salvador Allende, cuyos equipos más jóvenes han revalidado esta temporada los títulos de liga que consiguieron en la campaña 2015/2016.

El equipo cadete del Pozoalbense se adjudicó el pasado sábado el título de liga el pasado tras imponerse al Villanueva por 4-0. Aunque tuvo que esperar a que el Salerm Puente Genil, segundo clasificado pero con un partido más, venciera al Hinojosa, tercero y único que se podía acercar al Pozoalbense, para celebrar su victoria. A diferencia de otras campañas, el equipo del valle de Los Pedroches ha tenido una competición exigente por el nivel de los equipos participantes. «Ha sido una buena temporada, pero hemos tenido altibajos ya que muchas jugadoras han jugado en el equipo sénior y hemos tenido que dar juego a niñas más pequeñas», insiste Juan Estudillo, el entrenador de un equipo cadete que es la base de un proyecto que comenzó hace 11 años y que busca como objetivo potenciar el fútbol femenino en la provincia cordobesa.

Una jugadora del Pozoalbense disputa un balón ante un rival del Villanueva en el duelo de 2ª Femenina cadete. Foto: RAFA SÁNCHEZ

Estudillo confiesa que «el Salerm es el rival más difícil, ya que en casa empatamos a dos de milagro, mientras que allí tuvimos un partido muy reñido, pero al final vencimos 2-3». Éste es el reflejo de la evolución que está sufriendo el balompié femenino en Córdoba. «Desde que comencé a entrenar con un grupo de muchachas hasta 20 años hasta ahora, el fútbol ha cambiado una barbaridad y cada vez hay más nivel entre las futbolistas», destaca el técnico del Pozoalbense cadete.

Por otro lado, el equipo bebé del Salvador Allende se proclamó campeón por segunda temporada seguida tras derrocar al Palma del Río, su rival directo por el título, por 0-3. «A pesar del resultado, ha sido un partido muy reñido», señala Ismael Melendo, el entrenador de un equipo que es «fundamental en nuestro proyecto de escuela, al ser la primera categoría que engancha con el prebenjamín», insiste Melendo.

Además, Melendo destaca que «es un equipo totalmente nuevo ya que los niños no se conocían ni han coincidido en la escuela». Por ello, la planificación tuvo que comenzar en el mes de agosto, de ahí que «cuando arrancamos la competición teníamos más ventaja respecto a los demás equipos».

Son dos conjuntos, dos generaciones que pueden marcar época en el fútbol cordobés.