¿Cómo has quedado esta semana? ¿En qué posición vas? Estas son las preguntas más habituales cuando llevas un equipo de fútbol base, da igual que juegues como la Naranja Mecánica de Rinus Michels o como el Athletic de Javier Clemente, la gente primero preguntará por el resultado y después, si encarta, por lo demás.

El entrenador, como máximo responsable de su equipo, es la figura que está en contacto directo con los dirigentes, éstos quieren que sus equipos vayan lo más alto posible en la clasificación. Para estar arriba en una competición de tres puntos por victoria solo vale ganar. Aunque el entrenador debe tener claro que solo lleva un equipo de niños, puede que futuros futbolistas pero aún niños, por eso nunca debe pasar una barrera a la hora de enseñar a competir.

¿Qué debes hacer en este caso tú, entrenador?

• Reparte minutos con honestidad, se justo con el equipo y también con los jugadores. Cada jugador trabaja con tesón en busca de su oportunidad, si es así prémialo. Nunca caigas en repartirlos por igual sin valorar su esfuerzo, darás lugar a que muchos se relajen y no aporten todo lo que pueden. No perjudiques a tu equipo, valora las posibilidades de llevar a unos jugadores u otros en base a sus características en los diferentes partidos.

• Las reglas del juego son nuestros mandamientos, enseña a los jugadores a seguirlas. Quien las sigue se verá a la larga menos perjudicado que el que siempre intenta engañar. Antes o después pagará por ello.

• Los estudios nunca están reñidos con el deporte, incluso debemos resaltar la importancia de que aquellos que desarrollen su inteligencia tomarán mejores decisiones, por tanto, serán mejores futbolistas en el futuro. Esto no justifica que un jugador falte a un entrenamiento por estudiar, hay tiempo para todo y deben aprender a estructurarse.

• Si un jugador está lesionado, por muy importante que sea para el equipo, debe recuperarse bien, si no lo hace podría acarrear una lesión crónica que lo retire de los terrenos de juego.

• No realices ejercicios que supongan un riesgo para los futbolistas, cada cualidad física se trabaja en una edad en base a su fase sensible, precipitarte puede dar lugar a problemas en el crecimiento del niño.

• La salud de tus futbolistas siempre es lo primero, no permitas que tomen sustancias dopantes, adelgazantes o sus padres les impongan dietas demasiado duras que les puedan perjudicar. Ganar es importante pero no hasta esos extremos.

• La presión es para ti, mantenlos al margen. Si con estas edades siente miedo a perder, no disfrutan. Trasmite tus ideas. Se merecen ser participes de tu gran proyecto, pero no de tus miedos.

• Se claro con los jugadores, conforme tengan más edad te respetarán porque consideren que eres justo con ellos, si no dan el nivel del grupo díselo (será un disgusto temporal, pero una alegría para el futuro), si no trabajan también debes comentárselo y cuando notes su lucha por mejorar házselo saber.

Busca tus señas de identidad, céntrate en el trabajo, los resultados sólo son el final de un duro camino lleno de experiencias. Si sigues tus ideales obtendrás lo que buscas, si te basas en el resultado a corto plazo ganarás los primeros partidos pero no desarrollarás lo más interesante en un entrenador, una idea común para todo tu vestuario, tu propio estilo.