El general adjunto al Jefe de la Fuerza Terreste, Antonio Ruiz Olmos, ha supervisado esta mañana en la base de la Brigada Guzmán el Bueno X de Cerro Muriano los ejercicios y demostraciones de parte del contingente de esta base que se va a incorporar en enero a la base militar de Adazi, en Letonia, dentro de una nueva misión de la OTAN. El contingente estará compuesto por unos 300 efectivos, la mayor parte de ellos de la base de Cerro Muriano, que, al mando del teniente coronel David Tarifa Ramírez, sustituirán al actual que procede de la base de Badajoz.

El grupo español se integrará en el denominado Battle Group, liderado por Canadá (otros destacamentos están liderados por Estados Unidos y el Reino Unido).

España es el segundo país que más efectivos desplaza y a la vez el que aporta los elementos técnicos más avanzados dentro de la denominada Presencia Avanzada Reforzada (eFP en inglés), pues la aportación de los carros de combate Leopardo y blindados Pizarro constituyen una aportación fundamental en materia de seguridad y efectividad táctica, junto a otros armamentos como el misil contra carro Spike.

Ruiz Olmos ha presenciado un ejercicio compuesto por varios ejercicios de tiro y fuego de tierra de efectivos a pie, así como una maniobra estratégica de combate y tiro de los Leopardo y los Pizarro.

El general ha señalado que esta misión tiene como particularidad, entre otros aspectos, la gran aportación técnica del contingente español, pero también la preparación personal de cada uno de sus integrantes y señaló que, al margen de las posibles adversidades que pudieran surgir como en cualquier misión, en esta será especialmente singular la baja temperatura que se registran en la zona, algo, indicó, para lo que también están preparados los soldados españoles.