El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, confirmó ayer que "parece probado" que el cabo Francisco Javier Soria de la Brigada Guzmán el Bueno fue alcanzado por fuego disparado por Israel en el sur del Líbano. "Parece probado, salvo demostración en contrario, que el fuego era israelí, que las treinta granadas cayeron en la zona azul de demarcación", donde se encuentran los cascos azules desplegados por la ONU. El ministro explicó que el militar fallecido "estaba en un puesto fijo", pero advirtió que habrá que esperar a las conclusiones de la investigación abierta por la ONU.

Precisamente el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reunido ayer por urgencia durante casi dos horas, condenó "en los más duros términos" la muerte del español, al tiempo que anunció una investigación para aclarar el origen del fuego. El Consejo de Seguridad se limitó a decir que los hechos ocurrieron en el contexto del intercambio de fuego a lo largo de la línea azul --una frontera delineada por la ONU para certificar la retirada israelí del sur del Líbano en el año 2000--, en medio de un enfrentamiento armado entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá. Además de esta investigación, la jueza militar que supervisó ayer en Córdoba la autopsia ha abierto diligencias para esclarecer los hechos en el Juzgado Togado Militar número 11 de Madrid.

EN CORDOBA Los restos mortales del cabo Soria llegaron en helicóptero sobre las 4 de la tarde al aeropuerto de Córdoba. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, junto al jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García, y el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Jaime Domínguez, acompañaron al fallecido desde la base militar de Morón (Sevilla), donde aterrizó el Airbus A 310 que repatrió el cadáver desde Líbano. La familia del casco azul fallecido (su esposa embarazada, padres, hermana y cuñada) estuvo arropada por la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el subdelegado Juan José Primo Jurado; las concejalas Ana Tamayo, Carmen Sousa y María Jesús Botella, en representación del alcalde; la diputada Rosa Aguilar; el concejal Rafael Gómez y el rector de la UCO. El ministro no hizo declaraciones a la prensa. El féretro fue trasladado a hombros desde el helicóptero hasta el coche fúnebre por compañeros de la Brigada de Cerro Muriano. La Unidad de Música del Cuartel General de la Fuerza Terrestre, con base en Sevilla, así como la Banda de Guerra de Cerro Muriano, pusieron música al triste y emotivo momento. La mujer del cabo Soria, que sale hoy de cuentas, notablemente afectada, fue la única que se acercó al féretro hasta que éste partió hacia el Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia. Desde allí se trasladaron los restos a Cerro Muriano, donde se instaló una capilla ardiente a la que, por deseo de la familia, solo pudieron acceder allegados y amigos del cabo.

En el cuartel de Cerro Muriano tendrá lugar hoy a las 11.00 horas el funeral, al que está previsto que asistan el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Durante la ceremonia, el ministro impondrá al cabo la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo. Después, el cuerpo viajará a Málaga donde será incinerado. Francisco Javier Soria tenía 36 años e ingresó en las Fuerzas Armadas en el 2004.