La plaza de las Tres Culturas, que se extiende frente a la estación de trenes de Córdoba, volvió a convertirse ayer en el escenario de la despedida de unos 200 militares que partieron hacia Líbano en el primer desplazamiento de un contingente español formado por cerca de 600 efectivos, que ha sido constituido con motivo de la operación Libre Hidalgo XXVI. La mayoría del personal que participa en este grupo, alrededor de 450 militares, pertenecen a la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X (Brimz X), con base en Cerro Muriano.

Familiares y amigos acompañaron a estos efectivos en su partida hacia una nueva misión internacional en Oriente Próximo que durará alrededor de seis meses, por lo que se espera que regresen a casa en el próximo mes de mayo. Esta es la quinta misión que sale desde Córdoba hacia este destino desde el año 2009 y su objetivo es vigilar el cumplimiento de la resolución 1701 de las Naciones Unidas.

Entre otros trabajos, tendrán que controlar el cese de las hostilidades entre Israel y Hezbolá, y acompañar y apoyar a las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF) en el sur del país, en la conocida como la Blue Line, para que ninguna de las dos partes (Israel y Hezbolá) sobrepase esta línea, por lo que proporcionarán seguridad en la zona. El brigada Rafael Gaitán afirmó ayer a este periódico que «la seguridad de España se construye más allá de nuestras fronteras y por esto el personal de Córdoba se desplaza tan lejos». En los próximos días, previsiblemente, se completará el despliegue del contingente español en Líbano.

El brigada Francisco Calero señaló, unos momentos antes de iniciar el viaje, que «vamos a la zona de Marjayún, donde está la base española», y recordó que «aquello es una frontera, a 50 kilómetros está la de Siria, a un metro la de Israel y Líbano. Por desgracia, es una zona que lleva mucho tiempo reivindicando sus derechos», comentó, abundando en que también «llevan muchos años en paz desde la última guerra».

En su caso, se trata de la cuarta vez que acude a Líbano, aunque antes ha estado en dos ocasiones en Bosnia-Herzegovina y otra, en Kosovo. Desde su experiencia, manifestó que «se puede ver cómo el sur, gracias a Unifil, a la resolución 1701, va prosperando. Hay verdes, hay granjas, la gente invierte, los colegios. Eso es gracias al esfuerzo de Unifil y del Ejército español en esa cooperación». A esto añadió que ese país de Oriente Próximo «es más pequeño que Córdoba y en las primeras misiones que fui recordaba mucho a la España de los años 60 y 70». De este modo, apuntó que «cada vez se parece más a un país desarrollado», a pesar de que existan diferencias «muy grandes» entre Beirut, que es la capital, y el sur. Al ser preguntado por la posibilidad de regresar en los próximos años, avanzó que «lo que pase en el futuro depende de las resoluciones internacionales».

La misión/ Defensa ha informado de que cuando el contingente español llegue a Líbano conformará la Brigada Multinacional Este, de las Fuerzas Interinas de Naciones Unidas en Líbano (Unifil de acuerdo con sus siglas en inglés) con el resto de los países que integran esta unidad como Brasil, El Salvador, India, Indonesia, México, Nepal y Serbia.

Además, ha destacado que el conjunto de los efectivos sumará más de 3.000 hombres y mujeres, que estarán bajo el mando del coronel Aroldo Lázaro Sáenz, quien sustituye en esta misión al general Antonio Ruiz Olmos, jefe de la Brimz X, que estuvo al frente de la realizada entre los años 2014 y 2015. Antonio Ruiz Olmos acudió ayer a despedir a las primeras tropas de la nueva Brigada Líbano (Brilib XXVI) que se desplazaron a ese país.