Escocia vive hoy el último día de su campaña electoral antes del referendo en un clima de absoluta incertidumbre. Los últimos sondeos da una ligera ventaja al 'no' pero constatan un gran número de indecisos, que hacen impredecible cualquier resultado un día en que se espera además una afluencia récord a las urnas.

Las tres últimas encuestas colocan al 'no' en cabeza con unos cuatro puntos de ventaja, se tengan o no en cuenta a los indecisos: alrededor de un 15% de los electores. Son unas 600.000 personas de 4,3 millones de votantes las que aún no tienen decidido su voto, a menos de 24 horas que abran los colegios electorales.

A todas ellas se dirigen hoy las dos campañas en Escocia, que queman sus últimos cartuchos, después de varios meses en las calles. En una carta dirigida a los votantes y divulgada por los medios británicos, Alex Salmond, ha pedido que los escoceses vayan a votar. "Quedamos ahora nosotros, la gente que vive y trabaja aquí. Los únicos que van a votar. La gente que importa, la gente que por unas valiosas horas durante el día de la votación tendrá la soberanía, el poder, la autoridad en sus manos", ha escrito.

ESPANTADA DE MILIBAN

Los dirigentes laboristas Gordon Brown y Alistair Darling harán un último esfuerzo en Glasgow, una ciudad clave por su tamaño y por ser históricamente un bastión laborista, para pedir a los escoceses que voten contra la independencia. El martes, el líder laborista Ed Miliband, tuvo que suspender un paseo por un centro comercial de Edimburgo ante el tumulto que generó su visita entre los simpatizantes del sí y del no. Escocia vive hora decisivas e inciertas y los nervios van en aumento.