La última vez en la que se reunieron los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en un Consejo Europeo formal, las fuerzas antieuropeas acechaban en Holanda y Francia y la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, dominaba con mayoría absoluta el Parlamento británico. Desde entonces, el clima político ha dado un giro de 180 grados. El Elíseo lo ocupa un europeísta convencido, Emmanuel Macrón, y la conservadora británica afronta el 'brexit' más débil que nunca. Empieza a verse de nuevo “a la UE como una solución y no como un problema” y la “unidad está más presente que nunca”, presume el presidente de la UE, Donald Tusk, en su carta de invitación a la cumbre.

En este contexto arranca este jueves la primera reunión de líderes tras el inicio oficial de las negociaciones sobre el 'brexit'. El asunto se colará al final de la cena de trabajo de los 28. Será un punto de información breve a cargo de la propia May, quien, según Tusk, “informará de sus intenciones en la negociación” y podría avanzar su oferta sobre derechos de los ciudadanos que hará pública el lunes. No se espera, en cambio, ningún tipo de discusión política.

EL PASTEL DE LAS AGENCIAS

La verdadera negociación tendrá lugar posteriormente a 27, sin May en la sala, para pactar los criterios que se tendrán en cuenta para reubicar las dos agencias europeas que tienen actualmente su sede en Londres. Un asunto que genera discordia entre las capitales que compiten por este goloso pastel. “Aunque hay cuestiones que nos dividen, en el interés del bien común debemos encontrar una solución”, advierte un alto cargo europeo.

Una veintena de países, entre ellos España con Barcelona, aspiran a albergar la Agencia Europea del Medicamento, mientras que al menos seis se disputan la Agencia Bancaria Europea. El procedimiento propuesto por Tusk y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, incluye media docena de criterios y un sistema de voto al estilo de Eurovisión donde cada candidatura recibiría un número de puntos.

Si los Veintisiete avalan el plan, los interesados podrán presentar candidaturas hasta el 31 de julio. En septiembre la Comisión hará una evaluación y en octubre el Consejo votará las propuestas. Países como España o Francia, que presenta a Lille, aspiran a que los criterios sean “lo más objetivos” posibles, y que se adopten por motivos técnicos y no políticos. “Nos parece que sería un drama que por una decisión de criterios políticos la agencia acudiera a un lugar donde no tuviera las condiciones para hacer su trabajo con eficacia”, apunta un diplomático europeo. “Queremos seriedad, que no sea solo una rifa”, añade. El asunto no es menor, y es que la primera piedra en el camino del 'brexit' amenaza con agriar la reciente unidad.

La agenda también incluye debates sobre terrorismo,inmigración y comercio.