La visita oficial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania, a Arabia Saudí ha dejado unas imágenes de lo más curiosas. El presidente buscó la simpatía de la comunidad musulmana dejando de lado su islamofobia y bailando el tradicional baile de espadas junto a un grupo de hombres entre los que no se le veía demasiado cómodo.

Trump, que parecía perdido durante toda la ceremonia, blandió una espada como el resto de bailarines y se balanceó siguiendo el ritmo de la música tradicional saudí con cara de circunstancia. Acompañado de su Secretario de Estado, Rex Tillerson, el presidente trató de buscar la aceptación de su anfitrión saudí.

La danza tradicional con espadas, que tuvo lugar dentro de laceremonia de bienvenida del rey Salmán ben Abdelaziz al Saúd al presidente Trump, fue un homenaje a la cultura tradicional saudí. Tras concluir, Trump y su esposa también fueron invitados a tomar pasteles y té.