El presidente de EEUU, Donald Trump, reconocerá probablemente a Jerusalén como capital de Israel en un discurso previsto para el próximo miércoles, según ha señalado un alto funcionario estadounidense este viernes, un movimiento que podría poner patas arriba décadas de política norteamericana e inflamar aún más las tensiones en Oriente Próximo.

Dos funcionarios de la Administración de Trump afirmaron el jueves que aunque el presidente estaba considerando la controvertida declaración, se esperaba que aplazara de nuevo su promesa electoral de trasladar la embajada de EEUU desde Tel-Aviv a Jerusalén.

La comunidad internacional no reconoce la reclamación de Israel sobre toda Jerusalén, que acoge lugares sagrados para las religiones judía, musulmana y cristiana.

La actual posición estadounidense se desvía de la de anteriores presidentes, que han insistido en que la cuestión debe decidirse en negociaciones de paz, enfurecería a los palestinos -que quieren que el sector oriental de Jerusalén sea la capital de su futuro Estado- y al mundo árabe en general.