El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha autorizado este viernes a la empresa canadiense TransCanada la construcción del oleoducto Keystone XL, un proyecto que había sido vetado por su predecesor, Barack Obama, y que ha despertado el rechazo de los ecologistas y los indígenas indios.

El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Mark Toner, ha anunciado en un comunicado la decisión de Trump, que permitirá a la compañía canadiense "construir, operar y mantener" instalaciones de gasoductos en el estado de Montana, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.

"UN HITO"

En un comunicado, el presidente de TransCanada, Russ Girling, ha considerado que la autorización de Trump supone "un hito importante" para la construcción del oleoducto y allana el camino para su puesta en marcha.

"Estamos muy agradecidos al Gobierno del presidente Trump por revisar y aprobar esta importante iniciativa, estamos deseando trabajar con ellos para continuar invirtiendo en el fortalecimiento de la estructura energética de América del Norte", ha añadido Girling.

El oleoducto Keystone XL pretende transportar unos 830.000 barriles diarios de crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a distintos lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas en el Golfo de México.

IMPACTO MEDIOAMBIENTAL

Obama prohibió en el 2015 la construcción de ese oleoducto tras una larga revisión sobre su impacto medioambiental que concluyó con la recomendación del entonces secretario de Estado, John Kerry, de rechazar el proyecto porque erigirlo podría "socavar" el papel de EEUU como líder global contra el cambio climático.

Pero cuatro días después de llegar al poder, Trump firmó una acción ejecutiva que daba luz verde a la continuación de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, otro polémico proyecto, siempre que las empresas encargadas de construirlos estuvieran dispuestas a "negociar" una serie de "términos y condiciones".

TILLERSON SE INHIBE

La medida firmada por Trump prometía que el Departamento de Estado tomaría una decisión sobre si recomendar o no el oleoducto Keystone en un plazo de 60 días tras recibir la petición de TransCanada, que la presentó el pasado 26 de enero, de modo que el plazo vencía el próximo lunes 27.

Según ha detallado el portavoz de la diplomacia estadounidense, el permiso para construir el oleoducto fue firmado por el subsecretario de Estado en funciones de EEUU, Thomas Shannon. Esa autorización debería proceder normalmente del secretario de Estado, pero el ocupante de ese cargo, Rex Tillerson, se ha apartado de las deliberaciones sobre Keystone debido a que hasta enero pasado era jefe de la petrolera ExxonMobil, que tiene inversiones en las arenas bituminosas canadienses de las que se nutriría el oleoducto.