Pierluigi Bersani anuncia su dimisión como secretario del progresista Partido Democrático (PD); Rosy Bindi, presidenta de la formación, también; Romano Prodi retira su candidatura a presidente de Italia y los progresistas, primer partido de Italia, se encuentran en un caos total.

Tras una noche de ajuste de cuentas en un teatro de Roma, por el fracaso en la elección de Romano Prodi, al que faltaron 101 votos de los 496 de los mismos progresistas, que el miércoles habían votado su candidatura por unanimidad, el PD votará a partir de hoy papeleta blanca. "Hasta que no se esclarezca la situación", han explicado los portavoces del partido.

Aprovechando la ventaja de la falta de rumbo del PD, el líder de los conservadores, Silvio Berlusconi, se entrevistó esta noche con Mario Monti, jefe del gobierno en funciones pero también líder de los centristas, cuyos votos son necesarios. "Votamos a tus candidatos", le habría ofrecido, aunque se ignora la respuesta. "O se encuentra un candidato de consenso, o mañana no votamos", dijo más tarde Berlusconi.

Durante el encuentro con todos los grandes electores progresistas, después de la cuarta votación negativa para elegir al sucesor de Giorgio Napolitano, que termina su mandato en mayo, Bersani dijo a los suyos: "Para mi es demasiado, entrego mi dimisión a esta asamblea, que serán operativa un minuto después de la elección del Presidente de la República".

Abanico de candidatos

Neutralizada la candidatura de Prodi a mano de sus mismos electores, la atención se desplaza ahora hacia Anna María Cancellieri, actual ministra de Interior, apoyada por los moderados de Monti. Los indignados del Movimiento 5 Estrellas (M5S) , fundado por Beppe Grillo, han dicho que "nuestro candidato hasta el final es Stefano Rodotà", un jurista especializado en internet y redes sociales.

La salida de Prodi abre ahora un nuevo abanico de candidatos. Además de Cancellieri y Rodotà, entre los progresistas se abren paso las candidaturas de Massimo D'Alema, presidente del PD, adversario de Bersani y favorable a una gran coalición entre los conservadores y el centroizquierda, y de Giuliano Amato. Este fue socialista en los tiempos de Bettino Craxi y forma parte de los poderes fácticos italianos.

"La candidatura de Prodi ya no existe", dijo en la noche Matteo Renzi, el joven progresista que en las primarias del partido para la candidatura a secretario obtuvo el 40% de los votos frente a Bersani. "El país pide un cambio", había dicho en estos días, subrayando que las candidaturas progresistas nos e correspondían al mismo. De su parte, Prodi ha dicho desde Kenia, donde se encuentra dirigiendo una misión de la ONU, que renuncia a la candidatura. Pero ha añadido que "quien me ha llevado a esta decisión deberá cargar con sus responsabilidades".