Al menos 448 personas fallecieron durante la madrugada de domingo al lunes en el oeste de Irán y en el Kurdistán iraquí a causa de un terremoto de 7,3 en la escala de Richter registrado en la frontera entre Irak e Irán.

El seísmo, que ha afectado sobre todo a este último país, ha dejado, por el momento, 5.900 heridos, y se espera que tanto esta cifra como la de víctimas mortales acabe subiendo. Solo en la ciudad iraní de Sarpol Zahab han muerto 236 personas, según las autoridades del país persa, que explican que las tareas de rescate aún están en marcha y que se encontrarán a más gente entre los escombros. «Aún hay gente atrapada. El número subirá, pero calculamos que no mucho más», dijo dicho el gobernador de la provincia iraní más afectada.

Más leve ha sido el temblor en la parte de la frontera iraquí: en Suleymaniyah, la segunda ciudad más grande del Kurdistán iraquí, en donde han muerto siete personas, según las autoridades de la región autónoma. En esta región, explican, hay poco más de un centenar de heridos, pero el terremoto ha causado daños en varios hospitales, circunstancia que ha obligado a trasladar a los afectados a la capital.

Turquía, país no afectado, ha sido la primera en enviar ayuda humanitaria pese a las enormes diferencias que, durante los últimos meses, han enfrentado al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan con el de la región autónoma del Kurdistán iraquí.

Durante las primeras horas tras el terremoto, la Media Luna Roja turca -el equivalente a la Cruz Roja- envió hacia el otro lado de la frontera 3.000 tiendas, 3.000 mantas y alimentos; a los que, en los próximos días, se sumará el envío de ambulancias y equipo médico.

«Turquía ha sido el primer país en enviarnos ayuda. Bagdad, en cambio, en vez de asistir a las víctimas del terremoto, manda tropas a atacar el Kurdistán», ha afirmado en Twitter el departamento de Relaciones Internacionales del partido de Gobierno en el Kurdistán iraquí, el KDP.

Tras el referéndum de independencia celebrado en esta región a finales de setiembre, la tensión entre el Gobierno central iraquí, el de esta zona y los demás países de Oriente Medio ha escalado enormemente. Erdogan acusó al KDP de traidor y tanto Bagdad como Turquía e Irán han impuesto sanciones contra el Kurdistán iraquí, que, presionado por todos, ha tenido que dar marcha atrás en su proceso independentista.

ZONA SÍSMICA / El terremoto, por su magnitud, ha impactado en todo el norte de Oriente Medio. Los temblores -aunque sin víctimas ni daños materiales- han llegado hasta ciudades a cientos de kilómetros de distancia como Doha, Damasco o Tel Aviv; además de, por supuesto, Bagdad y Teherán. Irán, de hecho, tiene una gran actividad sísmica. El terremoto más grave hasta la fecha registrado en el país se produjo en 1990, cuando perdieron la vida 37.000 personas en varios pueblos del norte iraní. Otro seísmo, en el 2003, se saldó con 31.000 fallecidos.