Un periodista de la televisión sueca se enfrenta a una pena de cárcel por haber ayudado a entrar en su país de forma ilegal a un refugiado sirio, un adolescente de 15 años.

Los hechos ocurrieron en el 2014 mientras el reportero Fredrik Önnewall se encontraba en Grecia rodando un documental sobre la reacción de los partidos nacionalistas europeos a la crisis de los refugiados. El periodista del canal STV conoció entonces a Abed quele pidió ayuda para poder viajar hasta Suecia, donde residía su primo.

Önnewall decidió entonces deja de actuar como periodista para involucrarse personalmente en la historia. "Me costó unos quince minutos tomar la decisión a la que llegué tras preguntarme: '¿Cuán es la decisión con la que podré vivir?'"

Önnewall, que ya ha dicho que no se arrepiente y que volvería a echar una mano al joven, puede ser condenado, junto a su cámara y el traductor que les acompañaba entonces, a tres meses de cárcel por inmigración ilegal. "¿Cómo puedo lamentar haber ayudado a un chaval aterrado que ruega que le ayudes?", ha dicho el informador que se ha declarado inocente.

OLA DE SIMPATÍA

La emisión del documental en el 2015 provocó una ola de simpatía por los refugiados en Suecia. Ese año el país escandinavo abrió las puetras a 167.00 solicitantes de asilo. La situación, sin embargo, ha cambiado muchos desde entonces. Varios centros de acogida han sido atacados por grupos de extrema derecha y el pasado otoño el Gobierno de Estocolmo empezó a deportar a refugiados afganos.

Un total de 116 personas han sido acusadas en el 2016 de haber contribuido a la inmigración ilegal, el doble que en el 2015 y casi ocho veces más que en el 2014.

Abed forma parte ahora de los refugiados que han tenido la suerte de encontrar refugio en Europa. Reside en Suecia junto a su familia que pudo reunirse más tarde con él. Abed y Önnewall se comunican con frecuencia, no en vano y gracias al periodista el refugiado sirio se siente ahora a salvo.