Los republicanos del Sinn Féin han logrado un avance sin precedentes en las elecciones autonómicas celebradas el jueves en Irlanda del Norte. El Partido Democrático Unionista (DUP) continúa como primera fuerza en la provincia con 28 de los 90 escaños en juego, pero ha perdido la mayoría en la Asamblea de Belfast. El Sinn Féin fue el gran vencedor de los comicios, obteniendo un total de 27 escaños y quedando prácticamente empatado con el DUP. En las elecciones del mes de mayo del pasado año, en una Asamblea que entonces tenía 108 representantes, el DUP había logrado 38 escaños, 10 más que el Sinn Féin.

La alta participación, del 65%, ha favorecido a los republicanos, en circunscripciones más allá de sus feudos tradicionales. Un triunfo para la nueva líder de la formación en Irlanda del Norte, Michelle O’Neill. La jefa del DUP, Arlene Foster, ha pagado caro en cambio su apoyo al ‘brexit’, que implica el posible retorno de una frontera visible con la República de Irlanda. La frontera sería una vejación para los nacionalistas.

Los dos principales partidos tienen ahora tres semanas para formar el gobierno autónomo, que obligatoriamente deben compartir en coalición, según estipula el Acuerdo de Viernes Santo. Sin embargo, las relaciones entre ambas formaciones, condenadas a entenderse, se han degradado considerablemente.

HIJA DE UN PRESO DEL IRA

O’Neill de 40 años, hija de un antiguo preso del IRA, asumió el liderazgo en enero, tras la dimisión y retirada de la política de Martin McGuinness, que exigía la renuncia de Foster, por el manejo de unas subvenciones fraudulentas de energías renovables. La crisis condujo a las segundas elecciones en 10 meses. Foster no tiene intención de ceder y si no se logra un acuerdo, será el Gobierno de Theresa May quien asuma el gobierno de la provincia, un traspaso temporal de transferencias, como ya ocurrió en el 2002 y el 2007.

El resultado de las elecciones del jueves dibuja un nuevo mapa político en Irlanda del Norte. No sólo es novedad el casi empate del DUP y el Sinn Féin. El nacionalista Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP) ha superado con 12 representantes al Partido Unionista del Ulster (UUP), que con solo 10 puestos, ha ocasionado el que por primera vez los protestantes pierdan la mayoría en la Asamblea. Tan frustrante resultado ha llevado a la dimisión del líder del UUP, Mike Nesbitt. El DUP ha perdido además el derecho al veto, al haber quedado por debajo de los 30 escaños. “Creo que es un gran día para la democracia”, ha declarado O’Neill, quien evocó el inicio de “una nueva era para Irlanda del Norte” y prometió trabajar para lograr un rápido acuerdo y poder formar gobierno.