El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy fue imputado ayer por haber financiado ilegalmente con dinero libio la campaña electoral que en el 2007 le llevó al Elíseo y fue dejado en libertad bajo control judicial.

Tras unas 25 horas de interrogatorio bajo arresto, los jueces que instruyen la presunta financiación ilícita de su campaña victoriosa le imputaron delitos de corrupción pasiva, financiación ilegal de campaña electoral y receptación de dinero libio, según apuntaron medios locales.

Se trata de la segunda imputación de Sarkozy por la justicia francesa, que ya le inculpó en un caso de corrupción.

El interrogatorio había comenzado el martes, y salvo un receso de nueve horas durante la noche, se prolongó hasta las 19.00 horas de ayer, momento en el que fue presentado a los jueces.

Los agentes de la división anticorrupción (OCLCIFF) le interrogaron en la sede de la Policía Judicial de Nanterre, en el extrarradio de París. A falta de informaciones sobre el contenido de sus declaraciones, el abogado del exministro de Interior y brazo derecho de Sarkozy durante muchos años, Brice Hortefeux, -que la víspera pasó quince horas ante los mismos policías de la OCLCIFF- ofreció alguna pista.

El letrado Jean-Yves Dupeux contó al canal BFMTV que los agentes habían bombardeado con al menos 200 preguntas a su cliente, que negó rotundamente que Sarkozy se hubiera beneficiado de una financiación libia.

Hortefeux señaló en su cuenta de Twitter que «las precisiones aportadas deben permitir poner fin a una sucesión de errores y de mentiras». A falta de identificar formalmente giros bancarios directos desde Libia a las cuentas del candidato Sarkozy, los investigadores han constatado que los responsables de los preparativos electorales manejaban mucho dinero en efectivo.