El servicio meteorológico ruso ha confirmado este martes que en los meses de septiembre y octubre detectó en la zona de los montes Urales, contaminación de un isótopo radioactivo 1.000 veces superior a la norma. La noticia venía a confirmar el informe elaborado por el instituto de seguridad nuclear de Francia y dado a conocer horas antes, según el cual el pasado 9 de noviembre se había identificado una nube radioactiva sobre Europa que permitía presagiar que una fuga se había producido de alguna instalación situada en territorio de Rusia o de la vecina república exsoviética de Kazajistán.

A finales de septiembre, según la institución rusa, dos estaciones situadas en los Urales hallaron en la atmósfera "polución extremadamente elevada" del isótopo rutenio 106, lo que permite entrever, según los expertos, una fuga originada en una planta reprocesadora, y no un "gran accidente nuclear", informa Reuters. Si hubiera sucedido una fuga o una explosión en un reactor nuclear, tal y como sucedió en la central de Chermobil (Ucrania) en abril de 1986, la contaminación vendría acompañada de otros materiales radioactivos.

Sin riesgo para la salud, según los médicos de la zona

Fuentes médicas rusas de la región de los Urales citadas por la agencia Interfax han descartado que la fuga radioactiva pueda presentar algún riesgo para la salud de los habitantes de la zona, ya que el ruthenio 106 por sí solo no presenta efectos perjudiciales para la salud. Andréi Vazhenin, el principal oncólogo en la región de Cheliabinsk (Urales) ha insistido que no existe motivo de preocupación: La gente debe "mirar el fútbol y beber cerveza", ha bromeado.

No obstante, en Occidente la alarma se ha desatado y los expertos han exigido una investigación minuciosa de lo sucedido. "Es deplorable que 31 años después del desastre de Chernobil, una vez más nos encontremos con la más absoluta falta de transparencia" por un incidente acaecido en una instalación de la exURSS. En aquella ocasión, las autoridades soviéticas se limitaron a informar del accidente dos días después, con un escueto comunicado de unos pocos segundos de duración en el noticiero Vremya.