Noche de nervios, madrugada de pánico en el Reino Unido, en Europa, en el mundo y en los mercados financieros. Rompiendo los pronósticos de última hora, el país -la segunda economía europea y la quinta del mundo- ha votado por salir de la UE, una decisión histórica que atesta el peor golpe a los 60 años de construcción europea. Nunca antes un país ha hado el paso hacia lo desconocido que partir de ahora se disponen a dar los británicos.

Una vez más, han fallado las encuestas y han fallado las apuestas. Con más de un millón de votos votos por delante, el temido ‘brexit’ es ya una realidad haberse escrutado 380 de las 382 circunscripciones del país, que ha votado dividido.Tras una campaña crispada, muy agresiva y en ocasiones tóxica, el 51,9% de los británicos han dicho 'no' a la UE y el 48,1% ha votado por la permanencia. La participación ha sido alta: el 72% de los británicos fueron a las urnas.

UN PAÍS FRACTURADO

El voto a favor de la salida de la UE ha sido mucho mayor de lo que preveían las encuestas, que la víspera habían llevado la tranquilidad a los partidarios de seguir en Europa. El 'brexit' se ha puesto por delante con más de un millón de votos en un referéndum que ha fracturado al país. Excepto Londres, el grueso de Inglaterra ha votado por la salida de la UE junto con Gales. La capital británica, Escocia e Irlanda del Norte lo han hecho a favor de la permanencia, lo que va agitar de nuevo las tensiones territoriales.

Tras años de una relación tortuosa con Bruselas, los británicos han desatendido las advertencias sobre las terribles consecuencias económicas de un abandono de la UE y se han dejado seducir por un discurso nacionalista que les ha prometido la reconquista de una soberanía supuestamente perdida y poner freno a la inmmigración, los grandes asuntos que ha dominado la campaña. "Retomemos el control", ha repetido machaconamente el líder de la campaña del 'brexit', el exalcalde conservador de Londres Boris Johnson, el gran ganador de la jornada.

FARAGE PROCLAMA LA "INDEPENDENCIA"

El líder del populista partido de la independencia UKIP, Nigel Farage, ha sido el primero en hablar y en proclamar eufórico “el día de la independencia”, a la vez que se ha felicitado por la “victoria de la gente decente y normal”. La libra se ha hundido a niveles que no se conocían desde 1985 y el petróleo ha caído un 5%, en lo que se apunta ya como otro "viernes negro".

Los analistas hablan de un día "terrible para el Reino Unido y para Europa", de consecuencias desconocidas. Se espera en breve que el Banco de Inglaterra anuncia medidas de emergencia para frenar este movimiento sísmico de consecuencias imprevisibles en este nuevo "viernes negro".

En Downing Sreet está todo a punto para que el primer ministro, David Cameron, se dirija al país. El futuro del primer ministro está en el filo de la navaja a estas horas hace a pesar de que hace solo dos días anunciara que no iba a dimitir. El referéndum fue una apuesta personal suya. Convocó la consulta para cohesionar al Partido Conservador y ganar las elecciones en el 2015 y puede acabar costándole el cargo sin haber llegado a la mitad de su mandato.

La onda sísmica provocada por la consulta no ha hecho más que empezar. La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, ha apuntado que Escocia ve su futuro como parte de la Unión, apuntando a un segundo referéndum de independencia, después de que los escoceses hayan votado masivamente (68%) por quedarse en Europa.