Los separatistas prorrusos estimaron hoy en unos 4.000 los milicianos y los civiles muertos en los últimos cuatro meses en los combates con las fuerzas gubernamentales ucranianas sólo en la región de Donetsk.

"En el territorio de la república popular de Donetsk murieron 4.000 personas", dijo Andréi Purguín, viceprimer ministro separatista en Donetsk, según informa la agencia rusa Interfax. El insurgente reconoció que muchos civiles murieron debido al impacto de proyectiles y minas en zonas pobladas y que muchos de ellos fueron enterrados sin identificación previa. "Se tomó la decisión de sepultarlos sin signos de identificación. Esa orden estaba en vigor en las zonas donde tenían lugar acciones militares", señaló.

Purguín explicó que los cadáveres "permanecían hasta dos y tres días en las calles". "No había otra salida", agregó, en alusión al peligro de la propagación de enfermedades infecciosas. Según la ONU, más de 3.000 personas habrían muerto desde abril en las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk, donde antes del estallido de la sublevación armada contra Kiev vivían más de 8 millones de personas. El mando militar ucraniano ha reconocido casi un millar de muertos en sus filas, una veintena de ellos desde la declaración de alto el fuego del pasado 5 de septiembre.