La acritud del tono del Gobierno español previa al referéndum de Grecia del domingo se ha tornado más suave tras la atronadora victoria del no. El presidente, Mariano Rajoy, ha defendido este lunes por la noche que se siga negociando con Atenas para alcanzar «rápidamente» un acuerdo para el tercer rescate y evitar que salga de la zona euro. «Esta situación de impasse es muy peligrosa para todos», ha afirmado en una entrevista en Telecinco.

El tono del jefe del Ejecutivo ha sonado más suave que las duras expresiones empleadas por él mismo en los días previos a la consulta. «Si gana el sí y Alexis Tsipras pierde el referéndum, será bueno para Grecia porque se podrá negociar con otro Gobierno. Pero si gana el no, no tendrán más remedio que salir del euro», llegó a decir Rajoy en la cadena Cope la semana pasada. Esta noche no ha querido desdecirse del todo y ha apuntado que «habría sido mucho mejor el sí, tal como decían los 18 países de la zona euro, todos salvo el Gobierno griego». Pero a renglón seguido ha añadido que está dispuesto «a apoyar» al pueblo heleno si su Ejecutivo cumple «las reglas y los procedimientos que se ha dado la Unión, porque, si no, es imposible que el euro pueda funcionar».

Rajoy ha descartado el contagio a la economía española gracias a las reformas llevadas a cabo durante esta legislatura. «Mucha gente se enfadó conmigo y sigue enfadada, pero un político está para resolver problemas y no para hacer referéndums», ha declarado.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dado una rueda de prensa la mañana del lunes, tras la reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, y ha destacado que una salida de Grecia del euro es «el escenario a evitar», ya que sería «el peor» de ellos tanto para el pueblo heleno como para el resto de los socios.De Guindos ha inssitido, además, en que toda nueva ayuda financiera deberá llevar aparejada una nueva condicionalidad y abogó por «el cumplimiento estricto de las reglas».

Pese a que los griegos han apoyado mayoritariamente a Syriza, el PP ha reincidido en su estrategia de atacar a Podemos y asociar al partido lila, no con el triunfo en el referéndum, sino con el «corralito» griego, informa Patricia Martín.

Mutualización de la deuda

El PSOE, mientras tanto, busca la equidistancia entre el Gobierno griego y el Eurogrupo, poniendo deberes a ambos y lanzando críticas al PP y a Podemos por su presunto «electoralismo» en la actual crisis. La ejecutiva socialista se ha reunido este lunes y después, para plasmar la importancia que otorga a este conflicto, el secretario general, Pedro Sánchez, ha reclamado «solidaridad» a las instituciones europeas y «responsabilidad» al Ejecutivo de Tsipras.

Sánchez ha trasladado su «respeto» a la «inapelable» negativa de los griegos a las condiciones del Eurogrupo, pero también ha pedido a Tsipras que deje «la confrontación». Frente a Bruselas, el jefe de la oposición ha abogado por una apuesta clara por las políticas «de crecimiento» y la «mutualización» de la deuda, así como una «rotunda declaración» que asegure la permanencia de Grecia en el euro.

Sánchez, en Bruselas

Fuentes de la dirección del PSOE reconocen que su posición, en el papel de árbitro, no es fácil de trasladar «a corto plazo». Sin embargo, creen que en pocos meses, antes de las generales, la sociedad española comprenderá que la única salida pasa por una vía intermedia, entre el «austericidio» de la derecha ejemplificada por el PP y la «ruptura» de Podemos. Sánchez, que el martes se reunirá en Bruselas con el resto de líderes socialdemócratas, ha criticado a sus dos rivales por utilizar la crisis con fines «electorales», algo que, continuó, es «injusto» con el «dolor de los griegos» e «irresponsable» con los españoles.