El atentado en el mercadilo navideño de la Breitscheidplatz de Berlín ha puesto bajo máxima presión a la cancillera, Angela Merkel. A las críticas recibidas- incluso de sus propios socios- por su política migratoria se suman ahora las informaciones que revelan que un goteo de errores de seguridad hicieron posible el ataque. Y mientras las operaciones policiales se intensifican, el principal sospechoso, el tunecino Anis Amri, de 24 años, sigue en libertad.

Según han avanzado el 'Süddeutsche Zeitung', 'NDR' y 'WDR', la policía berlinesa habría encontrado huellas dactilares de Amri en la puerta del conductor del vehículo empotrado contra el mercadillo, por lo que la fiscalía ha ordenado su detención como autor del peor ataque terrorista que ha vivido la capital de Alemania. Según ha añadido ‘Der Spiegel’, Amri incluso se habría ofrecido a través de Internet para perpetrar un atentado suicida con bomba y habría preguntado como obtener armas.

Además, la policía ha detenido a cuatro personas en Dortmund, al noroeste del país, aunque más tarde la fiscalía ha asegurado que no tenían relación con Amri, el hombre más buscado de Europa en estos momentos. Durante la mañana del jueves se ha llevado a cabo una fuerte operación policial con registros en un albergue para refugiados en el estado de Renania del Norte-Westfalia, donde el presunto autor del atentado habría residido durante el 2016. El pasado marzo las autoridades de este ‘land’ iniciaron una investigación contra Amri “ante las sospechas de la preparación de un acto criminal grave contra la seguridad del Estado”.

VINCULADO A ESTADO ISLÁMICO

La policía también ha llevado a cabo registros infructuosos en dos domicilios del barrio berlinés de Kreuzberg, donde el presunto autor habría trapicheado como camello. El miércoles la fiscalía alemana ofreció una recompensa de 100.000 euros a quien proporcione información que pueda concluir en su detención. Desde Túnez, su supuesto país de origen, la familia de Amri le ha pedido al joven que se entregue a las autoridades para determinar su responsabilidad en los hechos que golpearon el corazón de Europa.

Amri está relacionado con Abú Walaa, a quien la policía ha considerado el líder del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico en Alemania. Las autoridades también han avanzado que el joven se radicalizó durante su estancia en una prisión italiana, país al que llegó tras la revuelta popular tunecina del 2011. Aunque la investigación oficial aún no lo ha podido contrastar con datos, el Daesh (nombre con el que se conoce a EI) reivindicó este martes un atentado que por su modus operandi recuerda albrutal atentado perpetrado en Niza, Francia, el pasado 15 de julio.

UN INIDIVIDUO "PELIGROSO"

¿Cómo se entiende entonces que alguien clasificado por la policía como sujeto “peligroso” desde el diciembre del año pasado circulase libre por Alemania? Según avanzó el ‘Der Spiegel’, en verano la justicia alemana decidió que Amri debía ser deportado después de que se le denegase el permiso de asilo y lo trasladaron a un centro de detención, pero problemas burocráticos con Túnez paralizaron el proceso y eventualmente Amri quedó libre. Ahora, tras toda esta serie de complicaciones, el autor o autores del atentado están a la fuga “armados y violentos”.

Estas nuevas informaciones que destapan fallos en el sistema de seguridad alemán han reabierto el debate sobre la deportación y han dado alas a los sectores más críticos contra Merkel. La política migratoria que ha defendido a capa y espada se encuentra ahora frente a su examen más severo. Así, la CSU - sus aliados conservadores de Baviera- volvió a cargar contra la líder para pedir que se amplíe el tiempo de detención en casos de deportación para evitar que se vuelvan a producir errores como en el caso de Amri y marcar Túnez como “país de origen seguro” para así facilitar la deportación de sus ciudadanos.

Ante la presión de la CSU, el vicepresidente de los socialdemócratas (SPD), Ralf Stegner, ha rechazado las peticiones para endurecer la política migratoria y lo ha calificado de “disparate”. Frente a las críticas recibidas por miembros de la propia CDU, Stegner también ha rechazado la introducción de zonas de tránsito en las fronteras que actuarían como filtro para rebajar la llegada de refugiados.

Por si no fuera poco, la polémica ha ido un paso más allá después que se haya hecho público que pocos minutos después de los atentados el controvertido fundador del movimiento islamófobo PegidaLutz Bachmann tuitease, citando a fuentes internas de la policía de Berlín, que el autor del ataque había sido un musulmán tunecino. En aquel momento la sospecha de la autoría aún no se había hecho pública. ¿Como llegó esta información a sus manos? Otro fallo que se tendrá que esclarecer.