El presidente chino, Xi Jinping, ha añadido a su larga lista de cargos el calificativo de “núcleo” del partido. Así se refiere a Xi el comunicado oficial que concluye el Sexto Plenario del Partido Comunista de China, celebrado durante cuatro días en un hotel pequinés.

La referencia a Xi como 'hexin' o 'núcleo' supone el refuerzo de su autoridad en un partido donde cohabitan clanes enfrentados y que el próximo año acometerá el crucial relevo de cinco de los siete miembros del poderoso Comité Permanente.

El presidente del país, jefe del partido y de la Comisión Central Militar tiene pendientes reformas sensibles como la restructuración del Ejército o de las empresas públicas, que han encontrado la oposición de las facciones más tradicionalistas.

AUTORIDAD NO CUESTIONADA

Las semanas anteriores al cónclave político habían estado dominadas por las especulaciones sobre si Xi acabaría recibiendo el título de 'hexin' que había acuñado más de veinte años atrás Deng Xiapoing, el arquitecto de la China moderna. Deng aseguró que tanto Mao Zedong, él mismo y su sucesor, Jiang Zemin, disfrutaron o disfrutarían de una autoridad que no debía ser cuestionada.

La prensa oficial nunca se refirió como 'hexin' a Hu Jintao, antecesor de Xi, y hace años que tampoco lo hace con Jiang. Xi, pues, adquiere el mismo estatus que el gran y el pequeño timonel, los dos grandes artífices de la China contemporánea.