El Parlamento escocés se opuso el martes por amplia mayoría, al inicio del ‘brexit’, en una votación cuyo valor, aunque significativo, fue puramente simbólico. Por 90 contra 34 votos, los parlamentarios de Holyrood en Edimburgo, rechazaron la activación del artículo 50.

El Tribunal Supremo había decidido sin embargo el pasado mes que el ejecutivo que dirige Theresa May no necesitaba del consentimiento de las instituciones parlamentarias de Escocia, Gales o Irlanda del Norte para comenzar las negociaciones formales de salida de la Unión Europea. A pesar de ello, los representantes del Partido Nacional Escocés (SNP), quisieron dejar constancia de su posición contraria al ‘brexit’, que es también la de la mayoría de los votantes en la región. El 62% de los escoceses se pronunciaron a favor de la permanencia en el referéndum del pasado mes de junio.

El Parlamente escocés “ha enviado un claro mensaje al Reino Unido y a Europea”, señaló la ministra principal, Nicola Sturgeon. Michael Russell, el ministro escocés para el ‘brexit’, consideró el voto como “una prueba clave para saber si la voz de Escocia se ha escuchado y si sus deseos se pueden acomodar dentro del proceso del Reino Unido”.

FALTA DE GARANTÍAS

Russell acusó al Gobierno británico de “no haber ofrecido un solo compromiso por su parte. De hecho, no ha ofrecido nada. Ni una respuesta formal a nuestras propuestas, ni un rechazo formal de ellas”. Russell también subrayó que el gobierno de May no ha dado garantía alguna a los miembros de países de la Unión Europea que residen en el Reino Unido sobre su futuro.

Durante el debate, laboristas y conservadores acusaron al SNP de “tratar de fabricar un agravio de la nada”, para forzar su agenda por la independencia. Nicola Sturgeon ha repetido que se inclinará hacia un segundo referéndum si Escocia no encuentra la manera de permanecer en el mercado único. “El tiempo se está acabando”, indicó Russell. ” Este es un debate sobre el tipo de país que el Reino Unido se está convirtiendo y el tipo de país que nosotros en Escocia queremos tener. Y el contraste entre los dos países es enorme”.