Observadas desde una brumosa Londres, las elecciones adquieren otro dramatismo. Así debe esperar los resultados Julian Assange, refugiado en la embajada de Ecuador desde el 2012. Nunca como antes la situación se ha vuelto tan incierta entre esas paredes para el fundador de Wikileaks. Guillermo Lasso, el candidato conservador con más posibilidades de imponerse en un segundo turno, ya avisó: “Le diremos al señor Assange cordialmente que se retire de la embajada y buscaremos hacerlo dentro del marco del respeto al derecho internacional en los primeros 30 días del Gobierno”.

Lasso supone sin fundamentos que desde el momento que Assange pise las calles se encontrará con una suerte de beneficio similar al que Barack Obama extendió a Chelsea Manning, la analista de inteligencia del Ejército que filtró a Wikileaks y tuvo una reducción de su condena. “Eso hace pensar que ya no habría razón para un juicio contra Assange en EEUU. Por lo tanto, el sustento del asilo desapareció”, ha afirmado.

Cynthia Viteri, otra de las aspirantes de la derecha, ha sido más enfática. Ella quisiera anular el asilo al periodista australiano.#ElMundoConAssange fue la respuesta en las redes a ese deseo, de casi un millón de usuarios de Twitter. Lenín Moreno, el heredero de Rafael Correa dijo que no lo echará de la embajada, pero con una condición. “Pediremos al señor Assange que sea bastante más delicado en el momento que trate la política internacional, principalmente con países con los cuales tenemos una buena relación”.