Chelsea Manning no tendrá que esperar al 2045 para ser una mujer libre. Tres días antes de abandonar la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha conmutado la mayor parte de la sentencia de la analista del Ejército de Tierra que fue condenada por las filtraciones a Wikileaks y que recibió una pena de 35 años de cárcel, la más dura impuesta nunca en EEUU por una filtración.

La soldado Manning, una mujer transgénero que el año pasado intentó suicidarse en dos ocasiones, saldrá el 17 de mayo de la prisión militar femenina de Fort Leavenworth, en Kansas.

Manning fue condenada por un tribunal militar en agosto de 2013 pero llevaba encarcelada desde su arresto en mayo de 2010. Fue juzgada y condenada por un tribunal militar por las filtraciones de miles de documentos a WikiLeaks, la web de Julian Assange, que dejaron en evidencia cuestionables actividades militares y diplomáticas de Estados Unidos en el mundo.

CASTIGO CRUEL

En las últimas semanas se había intensificado la campaña de grupos de activistas por los derechos humanos como Amnistía Internacional que solicitaban a Obama que perdonara a Manning, que fue arrestada y condenada como Bradley Manning, anunció su cambio de sexo una vez encarcelada y que ahora había solicitado someterse a una operación de reasignación. El trato al que se le sometió inicialmente, cuando se le mantuvo en aislamiento durante casi un año, fue denunciado en el 2012 como cruel, inhumano y degradante por el enviado especial contra la tortura de Naciones Unidas, Juan Mendez.

A las peticiones se había sumado también Edward Snowden, el exanalista que huyó de EEUU y se refugió en Rusia tras otras filtraciones que sacaron a la luz los programas masivos de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU.

El nombre de Snowden no aparece en la lista de 209 conmutaciones de penas y 64 perdones anunciados este miércoles por Obama, cuya Administración ha sido la más severa en la historia en la persecución y castigo de las filtraciones.